Este viernes, la fiscalía de Alemania acusó a un hombre de 98 años de complicidad de asesinato como guarda del campo de concentración nazi de Sachsenhausen entre 1943 y 1945, según reseñó la AP.
En un comunicado que dio la fiscalía, el ciudadano alemán, residente en el condado de Main-Kinzig, cerca de Fráncfort, está acusado de haber “apoyado el asesinato cruel y malicioso de miles de prisioneros como miembro del destacamento de guardia de las SS”.
El hombre, cuya identidad no fue revelada, fue imputado con más de 3.300 cargos de complicidad en asesinatos cometidos entre julio de 1943 y febrero de 1945. La acusación se presentó en la corte estatal en Hanau, que ahora tendrá que decidir si envía el caso a juicio. Si esto ocurre, el acusado será juzgado en base a la ley de menores, ya que esa era su edad en el momento de estos presuntos delitos.
La fiscalía indicó que un informe elaborado por un experto psiquiátrico el pasado octubre determinó que el sospecho es apto para ser juzgado, al menos de forma limitada.
Este es otro de los casos que la fiscalía alemana ha presentado en los tiempos recientes, aprovechando un precedente establecido en los últimos años que permite procesar como cómplices de asesinato a las personas que contribuyeron al funcionamiento de los campos nazis sin que haya pruebas concretas de su participación en un caso en concreto. Según la legislación alemana, los delitos de asesinato y complicidad no prescriben.
Más de 200.000 personas estuvieron recluidas en Sachsenhausen, ubicado al norte de Berlín, entre 1936 y 1945. Decenas de miles de ellas murieron de hambre, enfermedades, trabajos forzados y otras causas, así como por experimentos médicos y operaciones sistemáticas de exterminio de las SS, como fusilamientos, ahorcamientos y gaseamientos.
La cifra exacta de asesinados varía: algunas estimaciones sugieren que fueron 100.000, aunque los estudiosos sugieren que sería más exacto hablar de entre 40.000 y 50.000 personas.