El aceite es un gran aliado al momento de preparar nuestras comidas preferidas. Sin embargo, su reutilización es motivo de debate entre los expertos, quienes hacen varias sugerencias al momento de tratar los alimentos con esta sustancia grasa, que muchas veces suele ser de origen animal o vegetal.
En algunos hogares se ha vuelto costumbre usar el aceite más de una vez, ya que es un producto costoso. En el caso del aceite de oliva, los especialistas señalan que pudiera usarse una segunda vez, si la temperatura con que se cocinó no superó los 175°C, pero tampoco conviene hacerlo muchas veces, porque la calidad del mismo se reduce tras el primer uso.
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La Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC) advierte que nunca debería reutilizarse si el aceite se ha oscurecido o contiene partículas de comidas anteriores. Los nutricionistas mencionan que al cocinar alimentos ricos en almidón, como las papas, es preferible utilizar aceite nuevo para evitar la formación de acrilamida, un compuesto que podría resultar carcinogénico, según la Agencia Internacional de Investigación del Cáncer.
Insisten en que al preparar los alimentos con aceite reciclado, este se descompone a alta temperatura, generando sustancias tóxicas como polímeros y aldehídos que se adhieren a las frituras que consumen. También pierden sus ácidos grasos esenciales y vitaminas, cambiando la textura o viscosidad, el aroma y el color de las comidas.
Lo más dañino viene en el consumo, ya que el aceite ocasiona que el colesterol en su forma más pesada se adhiera a las paredes arteriales, provocando serias complicaciones en el funcionamiento del corazón o causar enfermedades cerebrovasculares.
¿Qué hacer con el aceite usado?
Normalmente, el aceite reciclado suele arrojarse por el desagüe de la cocina, pero su liberación puede contaminar el medio ambiente. Algunas municipalidades cuentan con centros de recolección de residuos domésticos, como el aceite.
Una vez utilizado, hay que dejar que enfríe para luego filtrarlo y así eliminar los restos de alimentos. Colócalo en un recipiente o botellas plásticas con tapa, sin mezclarlo con otros líquidos, para llevarlo a los diferentes puntos de acopio de tu ciudad.