¿Por qué tenemos pesadillas?

La ansiedad y el estrés también desempeñan un papel crucial en la aparición de pesadillas.

Las pesadillas, esos sueños perturbadores que nos despiertan con el corazón acelerado y una sensación de angustia, son una experiencia común que ha desconcertado a la humanidad desde tiempos inmemoriales.

Aunque la ciencia aún no ha revelado todos los misterios detrás de ellas, varios factores y teorías pueden explicar por qué tenemos pesadillas.

Razones que causan las pesadillas

Una de las razones más fundamentales es la naturaleza de los sueños como un proceso para procesar información y emociones. Nuestro cerebro utiliza el sueño para consolidar recuerdos y procesar experiencias del día, incluidas las emociones negativas. Las pesadillas pueden ser el resultado de una mente sobrecargada tratando de dar sentido a situaciones estresantes o traumáticas.

Ansiedad

La ansiedad y el estrés también desempeñan un papel crucial en la aparición de pesadillas. Las pesadillas pueden ser una expresión visual de estas emociones reprimidas y una forma de enfrentar nuestros temores subconscientemente.

“A veces el estrés común de la vida diaria, como un problema en casa o en la escuela, puede desencadenar pesadillas. Un cambio importante, como una mudanza o la muerte de un ser querido pueden tener el mismo efecto. Experimentar ansiedad se asocia con un mayor riesgo de tener pesadillas”, explicó Mayo Clinic en un artículo.

Trastornos del sueño

Otro factor que contribuye a las pesadillas son los trastornos del sueño, como la apnea del sueño o el insomnio. Cuando nuestro sueño se ve interrumpido o fragmentado, la fase de sueño REM (Rapid Eye Movement) puede verse afectada, y esto puede desencadenar sueños vívidos y perturbadores, incluyendo pesadillas.

Experiencias traumáticas

La cultura y las experiencias personales también influyen en el contenido de nuestras pesadillas. Algunas personas pueden experimentar pesadillas relacionadas con eventos traumáticos del pasado, mientras que otras pueden verse afectadas por temas culturales o colectivos que han sido internalizados en el inconsciente colectivo.

“Cuando una persona ha experimentado un trauma y este no ha sido superado, es común que sufra problemas de sueño y alimentación. El insomnio, el sueño interrumpido o demasiado ligero y las pesadillas son algunos de los trastornos del sueño que pueden aparecer”, detallaron en un artículo del portal Psicoglobal.

Depresión

En algunos casos, las pesadillas pueden ser una manifestación de problemas psicológicos subyacentes, como el trastorno de estrés postraumático o la depresión. Estos problemas pueden requerir una atención profesional para ser abordados adecuadamente.

A pesar de la incomodidad que provocan, las pesadillas pueden tener un propósito evolutivo. Al enfrentar nuestros temores mientras dormimos, podemos estar mejor preparados para afrontarlos en la vida real. Sin embargo, cuando las pesadillas se vuelven recurrentes o interfieren con nuestra calidad de vida, es importante buscar ayuda y apoyo.

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