El papel de los abuelos va mucho más allá de hacerse cargo de los niños y niñas cuando los padres no pueden atenderlos o se marchan por trabajo o algún viaje. Estos miembros de la familia, además de transmitir valores, enseñanzas, conocimientos y experiencias nuevas, se convierten en cómplices a todo dar y lo hacen de una manera incondicional.
Que los niños mantengan una relación muy cercana con sus abuelos tiene grandes beneficios para su equilibrio emocional, ya que aprenderán a convivir con personas de distintas generaciones y pueden llegar a ser un gran apoyo para los nietos cuando se les presente un problema, como el divorcio de los padres, un pariente atraviese por una enfermedad o muera.
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Otra ventaja es que con los abuelos los nietos aprenderán a volver a lo sencillo y cotidiano de la vida, desconectándolos completamente de la tecnología, sobre todo de las pantallas y ordenadores que los hace estar pegados en todo momento.
Estas personas son vistas por los nietos como un ejemplo a seguir y con el pasar de los años habrá una gran confianza entre ellos al punto de ser grandes amigos y confidentes. Si el niño y niña tiene un problema, probablemente acudirá a sus abuelos para buscar un consejo que lo ayude.
El beneficio no solo es para los nietos y nietas, también lo es para los abuelos ya que relacionarse con los más jóvenes les ayudará a evitar el aislamiento, las depresiones y otros problemas de salud.
Día del Abuelo
En los países de cultura cristiana se ha elegido el 26 de julio de cada año para celebrar el Día de los Abuelos, por ser el día en el que la liturgia católica conmemora a Santa Ana y San Joaquín, los padres de la Virgen María y por tanto, los abuelos de Jesús.