La banana, también llamado plátano en algunos países, es la fruta preferida por los atletas de alto rendimiento y aficionados al gimnasio, ya que poseen una rica fuente de hidratos de carbono, lo que indica que son excelentes para consumirlos antes o después del entrenamiento físico.
También es alta en potasio, un mineral que repone los electrolitos perdidos durante las rutinas del gimnasio, además contiene otros micronutrientes como el manganeso, la vitamina B6 y la vitamina C. Los expertos recomiendan que vayas al gimnasio con uno de ellos en el bolso y comerlo mientras haces ejercicio.
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Además de recuperar los electrolitos y ser una fruta perfecta post-entrenamiento, el otro punto positivo de las bananas es que evita los calambres mientras entrenamos, y para los culturistas, que siempre van al límite, buscando el fallo muscular en muchas ocasiones, evitar esos calambres es básico.
La banana también controla la diabetes y los picos de insulina y es un alimento probiótico que favorece la recuperación muscular y los impulsos nerviosos. Su alto valor en potasio beneficia la presión arterial, y su magnesio y fósforo son ideales para preservar los ligamentos y articulaciones.
Y otra de las razones para comer banana es que ayudan a ganar músculo.
En una banana de tamaño medio, se pueden conseguir unos 400 miligramos de potasio y alrededor de 1 gramo de proteína, que quizás no sea suficiente, pero puede complementar perfectamente tus batidos proteicos después del entrenamiento.
¿Cómo hacerlo?
El batido de avena con banana es ideal para tomar después de la rutina. Para eso necesitarás dos bananas, tres cucharadas de avena, dos vasos de leche, cinco huevos, una cucharadita de miel y canela en polvo. Se deben colocar todos los ingredientes en la licuadora y se mezclan hasta obtener un producto homogéneo.