¡Hi Barbie! La muñeca más famosa está de vuelta con el esperado estreno de la película protagonizada por Margot Robbie. El color rosa ha teñido prácticamente todo; desde la ropa, el calzado y hasta la comida, mientras que muchas buscan copiar no solo el Barbicode sino las prácticas de belleza de este personaje tan popular.
Barbie se caracteriza por su dulzura, también por su estilo al vestir que la hace lucir siempre impecable y radiante. Sin duda es una inspiración para ser más coquetas y ocuparse más de la apariencia, incluyendo el cuidado del rostro, lo que se puede lograr con mascarillas caseras infalibles.
Café y miel
No se trata de una receta culinaria. Estos dos ingredientes básicos en la cocina también son grandes aliados para el cuidado de la piel, nutrirla y exfoliarla. En la preparación se necesitan una cucharadita de café y de una a tres cucharas de miel de abeja, una opción que se puede reemplazar por aceite de oliva o de coco en caso de tener algunas reacción alérgica.
Los ingredientes se juntan hasta formar una pasta que se aplica en todo el rostro, también en los labios ya que sirve como exfoliante. Esta mezcla además se deja actuar unos 15 minutos y retirar con agua abundante, notándose que la cara quedará mucho más suave y brillante.
Avena, miel y limón
Esta preparación es ideal para quienes tienen la piel más sensible o que suele enrojecerse con mucha facilidad. Se deben juntar tres ingredientes conocidos por sus atributos astringentes pero además hidratantes: avena en hojuelas, miel y unas gotas de limón.
La avena es un ingrediente versátil que también suele mezclarse con leche, una combinación recomendada para hidratar la piel, necesario para que evitar la apariencia seca y degastada del cutis.
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Arroz y leche
Un cutis terso y radiante es posible pese al paso de los años. Uno de los secretos mejor guardados por las culturas asiáticas está en el arroz, conocido por sus propiedades antioxidantes que estimulan la producción de colágeno. Una mascarilla fácil y recomendada se prepara con una cuchara de miel, otra de leche y tres cucharadas de arroz, que luego se juntan y formar una pasta para untar en el rostro.