Mark Skage, empleado de AFD Petroleum Inc., se encontraba regresando de un sitio de trabajo cuando vio a un alce abandonado deambulando al costado de la carretera en Columbia Británica el 6 de junio. Sin embargo, su acto de compasión y rescate ha sido objeto de críticas y ha puesto en peligro su empleo en lo que es, sin dudas, una historia conmovedora.
Cuando Skage se detuvo y salió de su vehículo, el becerro intentó subirse a su camioneta mientras él notaba que un oso acechaba al animal, que apenas tenía unos pocos días de vida. Preocupado por la seguridad del alce, Skage tomó la decisión de llevarlo en su camioneta hacia la ciudad en busca de ayuda.
La increíble historia de cómo este hombre salvó a un bebé alce
Es importante destacar que Skage sabía que su acción iba en contra de la ley y contravenía las políticas de vida silvestre de su empresa. Sin embargo, su experiencia como amante de la naturaleza lo impulsó a rescatar al indefenso animal y buscar la asistencia necesaria. Skage nombró al alce Misty.
Tan pronto lo rescató, se puso en contacto con su supervisor y un oficial de conservación local para informarles sobre la situación y solicitar ayuda para el animal. Posteriormente, encontró un centro de rehabilitación donde Misty recibiría los cuidados necesarios hasta que estuviera en condiciones de ser liberada nuevamente.
Pensando que había hecho lo correcto, Skage se sorprendió cuando su empresa, AFD Petroleum, reaccionó negativamente ante su rescate de vida silvestre. Según Skage, AFD consideró que su acción estaba en conflicto con sus políticas de vida silvestre y decidieron despedirlo.
Pierde su trabajo por salvar a un animal en peligro
El presidente de AFD Petroleum, Dale Reimer, asegura que el hombre debería haber informado la situación a un oficial de conservación y permitir que los expertos en vida silvestre se encargaran del manejo y la reubicación de Misty. AFD alegó que el transporte del alce en el asiento delantero de la camioneta puso en riesgo la seguridad de Skage y otros usuarios de la carretera.
El conflicto entre Skage y su empresa ha generado un debate sobre la responsabilidad y el cuidado de la vida silvestre. Skage defendió su acción diciendo que los osos negros son depredadores significativos para los becerros de alce, y que su objetivo era proteger al animal indefenso.