Desde hace ya algunas semanas se reportó una alarmante situación que había sacudido a Kenia luego de que se encontraran un centenar de cadáveres, víctimas de lo que sería el ritual de una secta con fines religiosos. Ahora, el número de fallecidos ha aumentado a 360.
Según han recogido en ultimas horas de ayer los medios locales, la cifra de personas fallecidas, que habrían sido miembros de una secta en el sur de Kenia, tras ser persuadidas para ayunar y así encontrarse con Jesucristo ascendió a 360, después del hallazgo de este pasado martes de diez cuerpos más.
Aún siguen desaparecidas 613 personas
Las autoridades informaron a los medios, sin embargo, que la cifra de rescatados se mantiene en 95. Además, la comisionada regional de policía de la costa keniana, Rhoda Onyancha, confirmó que 613 personas han sido reportadas como desaparecidas hasta el momento.
Este pasado lunes se dio inicio a la cuarta fase de exhumaciones y apertura de las fosas comunes y tumbas halladas en el bosque de Shakahola, en el condado costero de Kilifi, y el ministro del Interior keniano, Kithure Kindiki, declaró el martes ante una comisión creada en el Senado (Cámara alta) para investigar el caso.
En su intervención, Kindiki culpó a las fuerzas de seguridad y la justicia kenianas de negligencia, al no tomar las medidas adecuadas frente a las denuncias presentadas en el pasado contra el presunto líder de la secta, el pastor Paul Mackenzie.
Las autopsias llevadas a cabo han logrado evidenciar que, si bien todos los cuerpos mostraban signos de inanición, algunos de ellos, sobre todo de los niños, tenían también rastros de estrangulamiento y asfixia.
Hasta ahora, este terrible hecho que ha sacudido al país africano tiene 37 sospechosos detenidos, esperando que la investigación aclare más quienes son los verdaderos responsables.