Durante el entrenamiento físico es muy importante aportarle al organismo una gran cantidad de minerales para el metabolismo. Existen muchos suplementos químicos que contienen ese tipo de sustancias, pero una forma sana de consumirlo es a través de las comidas.
Los especialistas mencionaron que el hierro, el calcio, el potasio, el magnesio, el sodio y el zinc son importantes para que los deportistas puedan rendir durante sus rutinas de ejercicios y en cada una de sus disciplinas. Destacaron que el hierro es fundamental para el transporte de oxígeno en la sangre, por lo que ayuda en la práctica deportiva.
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En cuanto al calcio, señalan que es un mineral imprescindible para la contracción muscular, además de la construcción y el mantenimiento de los huesos. Mientras que el potasio es necesario para la descomposición de los hidratos de carbono y su utilización para obtener energía, y también es clave en el desarrollo de los músculos.
Otro mineral importante es el magnesio ya que es clave en la función muscular y producción de energía. También el sodio participa en la contracción muscular y el zinc funge como antioxidante y un papel importante en la actividad muscular (reduce la fatiga durante ejercicios de resistencia).
Las mejores fuentes de minerales en alimentos son:
Hierro: legumbres secas, frutas deshidratadas, huevos, cereales fortificados con hierro, hígado, carne roja y magra, ostras.
Calcio: Frijoles de soya, acelgas, espinacas, repollo.
Potasio: Verduras de hoja verde; uvas; moras; vegetales de raíz y tubérculos como zanahorias, papas; cítricos como naranjas y toronjas.
Magnesio: Bananas, albaricoques, damascos secos y aguacates; nueces; arvejas; productos de soya; arroz integral y leche.
Sodio: Carnes y productos cárnicos; quesos; apio; espinaca; espárrago.
Zinc: Carnes de aves, mariscos, frutos secos y frijoles.