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¿Tu gato está estresado? Pendiente de estas señales de alerta

Si su mascota felina actúa de manera extraña puede estar sufriendo de estrés.

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Gato en juego - Foto de referencia Foto: Archivo

Los animales también pueden sufrir de estrés y en los gatos puede surgir repentinamente por algún cambio en su rutina, que podría ser desde un cambio en su alimentación, como la presencia de nuevas personas en su entorno, o la falta de interacción con su dueño.

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El estrés en los gatos puede desaparecer rápidamente, lo que indica que se logró adaptarse bien a los cambios, sin embargo, si los síntomas de estrés persisten, deberás hacer algo pronto.

Si no tratas el estrés en tu gato al alargarse demasiado tiempo los síntomas, podría acarrear otros problemas de salud, así que, para evitarlo, deberás identificar las señales para poder actuar.

¿Qué síntomas presenta un gato estresado y cómo tratarlo?

Si tu gato presenta alguno de estos síntomas, está estresado:

  • Disminución de actividad: una de las primeras señales que indica que tu gato se encuentra estresado, es cuando reduce sus actividades de juego, es decir, se encuentra sin ánimo para convivir y mucho menos para jugar.
  • Pedida de apetito: un gato con estrés puede disminuir drásticamente la cantidad de alimento que consume, o empieza a comer cosas que no son comida. En casos más graves, deja de comer por completo.
  • Cambios de temperamento: se presenta mucho más irritable con sus dueños y demás animales de la casa (si es que los hay), y empieza a marcar su territorio de manera excesiva con la orina y uñas.
  • Estereotipias: como el estrés puede ocasionar cambios repentinos en el comportamiento habitual de los gatos, este se podría manifestar con un comportamiento nervioso, lamidos excesivos, correr impulsivamente sin razón aparente, entre otros.
  • No hace uso de la caja de arena: el gato estresado puede dejar de orinar o defecar en el arenero, y empezará a hacerlo en otros lugares donde no lo hacía antes.

Para poder aliviar estos síntomas, tendrás que empezar a convivir más con tu gato y consentirlo. El objetivo es relajarlo, así que dale más caricias, sobre todo en las zonas que le gustan, cepilla su pelo, dale más premios, juega con él, y que pase más tiempo contigo.

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