La papada no es más que acumulación de grasa en la zona de la barbilla, pero realmente es un “dolor de cabeza” para aquellos que la tienen. En ocasiones suele aparecer por sobrepeso, pero la mala postura, la genética y el envejecimiento también pueden influir.
Dependiendo de la severidad del caso, se puede tratar con diferentes métodos sin necesidad de recurrir a la cirugía, como el uso de crema reafirmantes, tratamientos con láser, radiofrecuencia o ejercicios para tonificar los músculos del cuello y la mandíbula.
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Si estás en la búsqueda de una solución cero invasiva y sin costo alguno para reducir tu papada, estos ejercicios son los perfectos; pues solo necesitas ganas y disponer de poco tiempo todos los días.
La jirafa
Este ejercicio se puede hacer de pie o sentado, solo debes mantener la espalda recta e inclinar la cabeza hacia atrás hasta ver el techo. Con la boca cerrada empuja la mandíbula hacia adelante y mantén la posición por 10 segundos; al terminar siempre se regresa a la postura anterior. Se repite por 10 veces.
Beso al techo
Al igual que el ejercicio anterior, este igualmente se puede hacer de pie o sentado. Solo hay que inclinar la cabeza y poner los labios como si quisieras besar el techo. Conserva la postura durante 5 segundos y repite 15 veces.
Beso de pescado
Sentado o de pie aprieta los labios e intenta hacer la popular cara de pez aspirando los cachetes. Si lo logras, manténla por 5 segundos, relaja y repite por 15 veces más.
Todos estos ejercicios para la papada se pueden complementar con una alimentación saludable y baja en grasa, una buena hidratación para cuidar elasticidad de la piel y ejercicio físico.