La mayoría de las personas incluyen en su dieta una alta cantidad de harina refinada. Lo hacen creyendo que su consumo los alimenta, pero la verdad es que no nutren.
Las harinas refinadas están en las pizzas, los panes, tortas, pasteles y bollería en general. No tienen fibra, minerales o vitaminas. Su mayor componente es el almidón, y por eso, el organismo las digiera rápidamente.
No dan sensación de saciedad y pueden ser aditivas. Aunque tienen cereales, pierden la mayor parte de sus propiedades en el proceso de refinación. Insistimos: no nutren, y no solo, sino que su consumo regular o excesivo provoca daños graves en el organismo.
Si a las harinas añades mucha azúcar, entonces el resultado es peor. Lo ideal es no sobrepasar entre una o dos veces por semana su consumo.
Efectos dañinos
Son varios los efectos negativos del consumo excesivo de la harina refinada. Por eso, lo ideal es eliminarla o minimizarla al máximo de nuestro consumo diario.
En las siguientes líneas, te mostramos algunos de sus efectos dañinos.
-Aumenta el riesgo de diabetes
Al ser consumidas, las harinas refinadas se convierten en azúcar. Por eso, al degustarlas en exceso genera un desequilibrio que aumenta los niveles de insulina, y esto, a su vez, sube la glucosa en la sangre, generando diabetes, lo cual puede ser mortal.
-Obesidad
Además, las harinas refinadas no sacian, lo que hace que la persona quiera comer cada vez más.
-Enfermedades del corazón
Si se consumen demasiado, las harinas pueden ocasionar diversas enfermedades del corazón.
Business Insider las incluye entre los peores alimentos para el corazón.
“Harvard también destaca que los procesados como el pan blanco, el arroz blanco, los cereales para el desayuno bajos en fibra, los dulces y azúcares y otros carbohidratos refinados o procesados eliminan la fibra dietética, los minerales, los fitoquímicos y los ácidos grasos”, dice el referido portal.
-Cansancio y fatiga
Mejor con Salud refiere que promueve el cansancio y la fatiga. Disminuir su consumo nos ayudará a sentir con más energía para enfrentar las actividades diarias.
-Asma, alergias y carencia de vitamina B
Mejor con Salud también afirma que quienes comen mucha harina refinada tienden a ser carentes de vitamina B, además pueden sufrir de “problemas digestivos y de intolerancia al gluten”.
Por contener amilasa, eleva el riesgo de padecer asma. Otro aspecto a considerar es que los fungicidas utilizados para la cosecha del trigo, hace que el producto final, tenga cierta carga tóxica.