Al introducir dispositivos tecnológicos a los niños, los padres deben estar preparados para proporcionar límites claros con respecto al uso de la tecnología. Según especialistas del Departamento de Desarrollo Infantil del KK Women’s and Children’s Hospital (KKH), como los juegos y las aplicaciones, incluso los educativos, están diseñados para mantener el interés de los usuarios, “la adicción a la tecnología es posible en niños pequeños”.
Es por ello, que es importante detectar las señales. ¿No sabes cuáles son? Aquí te presentamos algunas conductas que podrían indicar una adicción a la tecnología. El uso creciente y persistente del dispositivo, lo que lleva al aislamiento social y a la solicitud frecuente para usar el dispositivo, lo que resulta en rabietas cuando se deniega la solicitud o se quita el dispositivo.
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La desconexión de actividades, como insistir en ir a casa para usar el dispositivo y negarse a realizar otras rutinas diarias habituales (como acostarse) para continuar jugando con la tablet. A esto se le suma la preocupación excesiva con ciertos personajes que se encuentran en juegos o videos, o gastar cantidades excesivas de tiempo y recursos en ellos.
Definir los límites a tiempo es tu principal aliado
Los padres y cuidadores deben estar preparados para proporcionar límites claros para sus hijos. El uso de TV, computadoras y dispositivos móviles a un máximo de 30 minutos a la vez es una buena opción. Asegúrese de que la cantidad total de tiempo de pantalla por día no exceda las recomendaciones del grupo de edad.
Programe un momento apropiado para usar el dispositivo y planifique actividades físicas divertidas para que su hijo participe en otros momentos. Absténgase de poner la televisión y los aparatos electrónicos en la habitación de su hijo, y guarde dichos dispositivos después de usarlos.
Enséñele a su hijo temprano sobre la importancia de la moderación y aproveche esta oportunidad para comunicarse, interactuar y compartir valores familiares. A veces, con las vidas agitadas que llevamos, la tecnología puede usarse para ayudar a ocupar el tiempo de un niño. Sin embargo, sigue siendo importante que los padres estén disponibles para hablar, escuchar, jugar, visitar lugares y participar activamente con sus hijos durante sus rutinas y actividades diarias.