Mantener a los perros alejados de las indeseables pulgas y garrapatas ya es posible gracias a varios trucos caseros que puedes aplicar en casa. Además de cuidar a tu mascota, estarás eliminando los parásitos que pueden provocar enfermedades a tus familiares.
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Cuando encontramos a estos bichos adheridos en la piel de nuestro canino, es recomendable extraerlos con una pinza y desinfectar la zona de la picadura. Al haber en mayor cantidad, es recomendable llevarlo al veterinario para que lo examine, le administre los medicamentos necesarios y así acabar con los huéspedes externos.
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Existen otros métodos alternativos con ingredientes al alcance de tu mano, que podrían prevenir que tus perros se infecten de garrapatas. Recuerda que el efecto pudiera funcionar o no y pudieras consultar primero con el especialista antes de aplicarlo.
Cítricos
El olor de los alimentos cítricos aleja a las garrapatas y pulgas de nuestros perros. Puedes usar limones, naranjas o lima para repelerlas de manera natural, pero trata de no abusar mucho de ellas para no molestar el olfato de tu can. Prueba primero frotando una de esas frutas sobre el pelaje. También puedes hacer una infusión con alguno de los cítricos y después que enfríe rocíalo sobre el perro, evitando que caiga en el hocico y los ojos. Puedes dejárselo aplicado, pero si ves alguna reacción desfavorable no dudes en retirárselo con abundante agua.
Vinagre
El aroma intenso del vinagre también extermina y aleja las pulgas, así que preparar un repelente con vinagre blanco o de manzana es ideal para eliminarlas. Mezcla medio vaso de vinagre, con medio vaso de agua y añade un poco de champú para perros. Déjalo actuar 5 minutos, retíralo y luego vuelve aplicar champú como lo haces normalmente. Además de repelente, ayudará a aliviar el picor.
Levadura de cerveza
La levadura de cerveza también sirve como antipulgas casero. Puedes colocarle una pizca en su comida, ya que este ingrediente hará que el perro expida un olor que ahuyentará a las garrapatas. Si quieres utilizarlo como repelente, simplemente frota una taza pequeña de levadura sobre el pelo y déjala actuar por unos días y retírala. Este proceso lo puedes hacer una vez a la semana.
