Es una creencia popular que solo es necesario usar protector solar en el verano, cuando el sol es más fuerte y las temperaturas aumentan; no así en el invierno, cuando la intensidad disminuye. Pero eso no es cierto. Porque en cualquier estación del año es imprescindible la protección contra los rayos ultravioleta (UV).
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Por su parte, la Clínica Mayo detalla que la radiación UVA es la que puede penetrar hasta las capas profundas de piel “y causar daño en la piel con el tiempo”; mientras que la UVB es la que “penetra la piel de forma más superficial y causa quemaduras por el sol”.
Por qué usar protector solar
1. Prevenir el cáncer de piel. La Sociedad Americana del Cáncer indica que “la mayoría de los tipos de cáncer de piel son causados por una exposición excesiva a los rayos ultravioleta (UV)”. Advierte que las personas que se exponen demasiado a los rayos UV tienen un mayor riesgo de padecer la enfermedad.
2. Evitar que se acelere el envejecimiento de la piel. Uno de los principales efectos de exponerse en exceso al sol sin protección es que se producen quemaduras que, al volverse frecuentes, aceleran el proceso de envejecimiento de la piel, señala la Clínica Mayo. “Los cambios en la piel provocados por la luz ultravioleta se denominan fotoenvejecimiento”.
3. Prevenir llas manchas de la edad. Cuando la exposición al sol se hace sin protección existe el riesgo de que aparezcan las llamadas “manchas de sol” o “manchas de la edad”. Según explica la Clínica Mayo, “suelen aparecer en zonas expuestas al sol, como la cara, las manos, los hombros y los brazos”. Aparecen comúnmente en los adultos mayores de 50 años. “Pero pueden aparecer en personas más jóvenes en caso de que pasen mucho tiempo al sol”, advierte.