Quizás te haya pasado que tienes una cita o reunión de imprevisto, no tienes tiempo de arreglarte y rocías un poco de perfume sobre tu cuerpo o vestimenta para causar una buena impresión. Sin embargo, al poco tiempo la fragancia se vuelve efímera y pierdes el encanto.
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Uno de los mejores trucos para que perdure el aroma de tu fragancia favorita es aplicarlo sobre la piel después de la ducha. Según los expertos, la dermis absorbe mejor el perfume cuando se encuentra limpia, cálida e hidratada. Es un paso previo que siempre debes tomar en cuenta porque eso además te dará una apariencia mucho más pulcra.
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Lo recomendable es bañarse con agua caliente, como menciona el portal Laboratorios Natuaromatic, para que los poros de la piel se abran y pueda penetrar mucho más la loción. También aconsejan que uses un jabón de bajo olor o un gel de baño neutro para que al momento de aplicarte el perfume, este no pierda la efectividad de su aroma.
Ganarás puntos a tu favor si después de la ducha empleas un aceite hidratante, el cual puede ser de origen vegetal como el de almendras, argán o de aguacate por su alta concentración de vitaminas que ayudan a fijar el perfume en tu cuerpo. En una piel limpia y sin interferencias de otros olores es donde la fragancia se puede desarrollar correctamente.
Los especialistas sugieren siempre asearse antes de aplicarse el perfume porque estamos expuestos a una gran cantidad de bacterias durante el día y al no retirarlas con agua y jabón, estas permanecerán en la piel y puedes correr el riesgo de desarrollar enfermedades. Además, el aroma no tendría un efecto positivo estando sobre células muertas sobre tu piel.
