Durante el verano uno de los signos del aumento de la temperatura lo sentimos en nuestro cuerpo: sudamos mucho como parte de un mecanismo natural para regular la temperatura corporal. Con frecuencia, el primer instinto es correr a tomar una ducha fría para refrescarnos, ¡pero cuidado!, no es la mejor decisión si no se toman en cuenta ciertas recomendaciones.
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Lo primero que debemos saber es que cuando hace mucho calor como en estos meses de febrero y marzo, la temperatura del cuerpo suele tener picos de aumento. Por ejemplo, si se hace ejercicio puede llegar hasta 39 °C, con lo cual bañarse de inmediato cuando se está muy sudado puede ser contraproducente.
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También es bueno recordar que en el verano es necesario tomar mucha agua, mínimo dos litros al día, preferiblemente y al clima. Esta es la principal recomendación durante la época de calor para evitar la deshidratación, acompañado de una dieta rica en frutas y verduras.
Por qué no ducharse muy sudado
Una de las principales razones para evitar tomar una ducha cuando se está muy sudado está relacionada con el riesgo de sufrir alguna afección en la salud debido al cambio violento de la temperatura corporal.
Una persona que ha estado expuesta al calor por mucho tiempo y suda en consecuencia, podría sufrir una descompensación en su cuerpo al momento de tomar una ducha. Los principales riesgos que advierten los expertos son alteraciones en la presión arterial, problemas circulatorios y hasta una parálisis facial periférica.
Entonces, ¿cuánto tiempo esperar para bañarse cuando se está muy sudado? Lo ideal es tomarse de 10 minutos a 30 minutos. En este tiempo el cuerpo debería volver a su temperatura normal, con lo que la ducha fría o caliente será beneficiosa. Se puede comenzar con el agua tibia hasta bajar a la fría, para refrescar el organismo.