Muchos hombres toman medicamentos sin una consulta previa para mejorar su rendimiento sexual y eso es un grave error. Por eso es importante conocer los múltiples riesgos a los que pueden enfrentarse, si tratan su disfunción eréctil sin ayuda profesional, desde afecciones irreversibles en su salud incluso la muerte.
Los especialistas señalaron que la automedicación en estos casos es una mala costumbre en la que los hombres se dejan llevar por comentarios de amistades o investigan en internet para ahorrarse costos, tiempos en consultas médicas o evadir la vergüenza de hablar del tema con un especialista.
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Después de los 30 años, el hombre experimenta un descenso en sus niveles de testosterona, generando la pérdida de la libido (deseo sexual) y por consiguiente la imposibilidad de sostener una relación íntima. Según la Organización Mundial de la Salud, unos 100 millones de hombres en el mundo padecen esta enfermedad y pudiera superar los 320 millones en 2025.
A la ausencia de libido también se incluyen factores psicológicos como depresión, ansiedad o problemas de pareja.
Los expertos declaran que el uso de medicamentos sin control conlleva a diversos peligros a corto y largo plazo, como reacciones de sensibilidad a la droga, trastornos de la tensión arterial, cefaleas, pérdida de visión (trombosis), priapismo (erección que no cede), el cual termina en tratamiento quirúrgico e impotencia posterior y posible dependencia sicológica. Los órganos afectados son los cuerpos cavernosos del pene y el corazón.
Los pacientes con enfermedades cardiovasculares que toman medicamentos con nitratos como el nitrato de isosorbida, deben abstenerse de consumir este tipo drogas porque la combinación de ambos ocasiona una pérdida repentina y severa de la presión arterial. El consumo de nitratos está absolutamente contraindicado.
Tampoco es recomendado para pacientes con cardiopatías, enfermedad hepática grave o renal que requiere diálisis.
La valoración médica con el urólogo será esencial para descartar si la disfunción proviene de la parte física/orgánica o tratarse con un sexólogo para evaluar si se debe a un problema psicológico.