Los vegetales aportan muchos beneficios a nuestro organismo, por ello, los expertos siempre recomiendan incorporarlo a nuestra dieta. Sin embargo, hay algunos vegetales que ofrecen muchos más beneficios que otros, pero son poco conocidos, tal es el caso de la semilla de apio.
A pesar de que el apio es un vegetal conocido, solo se consumen sus hojas y tallo, no sus semillas. En cada cucharada de semilla de apio hay 25 calorías, 2 gramos de grasa, 1 gramo de proteína, 2 gramos de carbohidratos, 1 gramo de fibra, y también una buena dosis de manganeso, calcio y hierro.
Un estudio publicado en el Journal of Medicinal Food asegura que, como la semilla de apio contribuye a reducir la presión sanguínea, es buena para tratar la hipertensión.
Este estudio fue experimentado en animales, quienes recibieron un extracto de semilla de apio, pero no es el único beneficio que ofrece esta semilla.
¿Qué otros beneficios tienen las semillas de apio?
El Journal of Evidence-Based Complementary and Alternative Medicine en 2017 determinó que las semillas del apio pueden disminuir el dolor y la inflamación, sobre todo, en personas que padecen de artritis y úlceras
Aparte, la semilla de apio tiene grandes cantidades de manganeso, magnesio, calcio, fósforo y hierro, lo que resulta beneficioso para mantener unos huesos fuertes, ya que mejoran la salud ósea y contribuyen a que el organismo no absorba calcio de los huesos.
Asimismo, el manganeso activa las enzimas que producen las proteínas para formar cartílago y el tejido óseo del cuerpo humano. Y contar con un buen nivel de magnesio y fósforo en nuestro organismo previene enfermedades óseas crónicas, como la osteoporosis.
Además, la semilla de apio interfiere en el desarrollo de cáncer de hígado, lo que evidencia las propiedades anticancerígenas que posee este alimento. También se comprobó que el extracto de semilla de apio induce la apoptosis en el cáncer de estómago, es decir, a la muerte celular programada que frena la proliferación de las células cancerígenas.