Aunque para muchos parezca un tema superficial, en realidad salir con hombres tacaños tiene más riesgos de lo que podríamos pensar. Y esto va mucho más allá del dinero y mostrarnos interesadas, porque es una actitud que se manifiesta en todos los ámbitos de la vida.
Tal como afirma La mente es maravillosa, “existe una forma patológica de ahorro que no solamente se reduce al dinero o los bienes materiales, sino que expresa aspectos más profundos de la personalidad”.
Entonces, la persona que es austera en el aspecto económico, muchas veces también lo es con la atención, el tiempo, el cariño, los elogios y hasta los orgasmos.
Por eso, es importante pensarlo dos veces antes de acceder, ya que podríamos estar entrando en una relación en donde no nos den aquello que merecemos, a nivel afectivo sobre todo, lo que dificulta establecer un vínculo duradero con ellos.
De hecho, los expertos lo han puesto bajo una ecuación: tacaño material, tacaño emocional. Reducirá también su afecto hacia los demás y hasta su propio despliegue de energía vital para hacer realidad sus sueños.
“(Tampoco será) generoso en lo que siente hacia los otros, ni en lo que invierte para hacerlos felices. El tacaño guarda para sí todo lo que puede y, en esa medida, no es una persona prudente, sino alguien atrapado en una cárcel interior”, asegura la misma fuente.
¿Cómo reconocer a los hombres tacaños?
Usualmente quienes encajan en este perfil, además de ser pocos solidarios, también suelen ser egocéntricos, manipuladores (en mayor o menor medida), solitarios y controladores.
“Lo distintivo del ahorrador patológico es el hecho de que su escrúpulo en los gastos no nace de una razón objetiva. No es que no tenga dinero, o que esté haciendo una inversión, o que tenga planes de invertir a futuro. Lo suyo es guardar el dinero por guardarlo. O para realizar planes que jamás ejecutan. O para enfrentar posibles “malos tiempos”, aunque ningún tiempo sea tan malo como para que se convenzan de que hay que gastar”, apuntan.
Son personas que pueden llegar a experimentar ansiedad, depresión y pensamientos catastróficos por su propia condición, por lo que necesitan recibir ayuda profesional para aprender a soltar.