Una de las herramientas más comunes y utilizadas en la cocina son los sartenes, gracias a su facilidad para cocinar alimentos y el bajo costo económico, aunque su valor monetario puede variar dependiendo del material que esté hecho, ya que podrá ser de acero inoxidable, aluminio, esmaltados, entre otros.
De acuerdo a especialistas, los mejores sartenes con aquellos que tengan capa antiadherente, ya que permite cocinar con menos aceite y ofrece mayor facilidad a la hora de limpiar el recipiente.
El recubrimiento antiadherente más popular es el teflón, aunque también existen algunas opciones que son más amigables con el medio ambiente. El teflón, por su parte, es una de las mejores opciones porque conducen bien el calor y demora poco tiempo en calentarse. Sin embargo, el uso constante del sartén puede causar un desprendimiento de la capa antiadherente, y te verías obligado a tener que volver a adquirir un nuevo sartén.
Sin embargo, para esto, existen algunos trucos que puedes implementar para prolongar el tiempo de vida útil del sartén. Una de las principales recomendaciones se trata de no usar cuchillos u objetos afilados sobre el teflón porque rayará la superficie y dañará el recubrimiento antiadherente de la herramienta de cocina. En cambio, los especialistas recomiendan utilizar piezas de madera o de plástico para voltear o mezclar los alimentos que decidas cocinar en el sartén, evitando rayar el sartén.
La segunda sugerencia pasa por el ciclo de lavado del sartén y los elementos que se utilizan en el mismo, debido a que se debe evitar fregar con estropajos o esponjas de acero y, en su lugar, se recomienda utilizar un cepillo de cerdas suaves. Posteriormente cuando guardes tu sartén, no se debe apilar con otras ollas y cacerolas directamente, ya que estas también pueden rayarla. Lo más efectivo es colocarle una capa de papel protector.
Y en el caso de que el sartén de tu hogar ya haya perdido esa capa protectora, para recuperarla puedes acercar el utensilio al fuego a nivel medio, después espolvorea sal sobre él. Cuando los granitos salten y se pongan amarillos, tendrás que apagar la estufa. Posteriormente retirarás los restos de sal y dejarás enfriar.