Mucha son las personas que por miedo a distintas enfermedades lavan el pollo antes de cocinarlo, sin embargo, especialistas aseguran que realizar el lavado hace el efecto contrario propuesto ya que de esa manera se pueden propagar distintas gérmenes y microbios nocivos para la salud.
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Una encuesta de compradores de comestibles en los Estados Unidos indicó con preocupación que casi el 70 por ciento de las personas lo hace de los compradores lavan el pollo antes de ser cocinado.
Ante esto, una investigación de la Universidad Estatal de Montana en Bozeman, publicado en march Physics of Fluids, indica con varios datos las maneras más seguras para poder limpiar y lavar el pollo y disminuir las probabilidades de enfermedades e infecciones.
Pruebas y recomendaciones
Los investigadores norteamericanos colocaron pollo crudo debajo de las llaves de agua para observar con precisión la presión y bacterias de las superficies cercanas. Fueron varios los resultados, sobre todo dependiendo de la altura y distancia entre las llaves de agua y el pollo.
Por ejemplo, entre uno de los resultados se determinó que, si el agua caía 40 centímetros antes de golpear una pechuga de pollo o un muslo, los gérmenes se trasladaban más lejos que en la salida del agua de solo 15 centímetros por encima del pollo.
En los análisis con las tuberías más bajas, la las gotas de agua salpicaron solo unos 5 centímetros de altura con pocos signos de contaminación que llegaban a las superficies cercanas, mientras que en la salida de agua más alta se registró más de 22 centímetros en el aire, contaminando gran parte del área circundante.
Cuando se encontraba en movimiento las llaves de agua, la explosión inicial esparció aerosol contaminado, por eso, se concluyó por esta parte que es recomendable abril lentamente para reducir los contaminantes. El pollo crudo puede ser contaminado por salmonella y otras bacterias que pueden causar enfermedades transmitidas por los alimentos
Ellen Shumaker, investigadora de seguridad alimentaria de la Universidad Estatal de Carolina del Norte en Raleigh, aseguró que las salpicaduras menores de agua logran contaminar los recipientes de lava platos de cocina con gérmenes y pueden propagarse a través del contacto con otros alimentos y manos.
