Recomendaciones para empezar a ejercitarse después de una vida sedentaria

El paso de un estado inactivo a un estilo de movimiento debe ser progresivo.

Tomar la decisión de dejar por un rato el sofá o, incluso, la silla de la oficina, no es nada fácil. Inconscientemente buscamos poner “peros” a este cambio. “No tengo tiempo”, “ya soy muy viejo para eso”, “no puedo descuidar el trabajo o a los niños”, “no tengo dinero”, son algunas de las frases que comúnmente se escuchan.

Ahora bien, lo cierto es que el sedentarismo trae consigo muchos problemas, entre los que se pueden destacar el sobrepeso, la hipertensión y la diabetes, situación que nos debe motivar a erradicarlo de nuestras vidas.

Actitud necesaria

Como todo en la vida, el romper con rutinas sedentarias es una cuestión de actitud. Con esto nos referimos a tomar este cambio con positivismo y, en especial, a comprometerse con uno mismo.

Así mismo, se debe tener paciencia ya que las mejoras (en lo físico y en lo mental) no se verán de la noche a la mañana. Otro error común es dejar el ejercicio en un par de semanas sólo porque, por ejemplo, no se ha rebajado lo deseado.

Tips a seguir

El Portal Mejor con Salud aconseja:

  • Buscar algo que te guste. A muchas personas no les llama la atención estar encerrado en un gimnasio, ¡Pues no te obligues!, busca ejercicios al aire libre o, al menos, haz una buena caminata.
  • Comenzar progresivamente: no es necesario que de la noche a la mañana corras una maratón ni nada por el estilo. Es fundamental que comiences poco a poco y vayas aumentando la cantidad de días y tiempo de ejercicio.
  • Dejar a un lado metas fuera de contexto: para dejar de lado la vida sedentaria, no tienes que convertirte en un deportista profesional ni mucho menos. Solo es cuestión de moverte un poco, de cambiar horas de sofá por caminatas o paseos en el parque, de levantarte de vez en cuando del escritorio y de reemplazar el elevador por las escaleras. ¡Pequeños cambios tendrán excelentes resultados!

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