Tratamientos para prevenir y combatir la deshidratación de la piel

Con la llegada de varias estaciones anuales, la piel tiende a sufrir por los cambios de temperaturas

A los cambios de temperaturas se les suman también problemas con la alimentación, estrés y exposiciones a la humedad y el sol. Esto trae normalmente consecuencias de pérdida de luminosidad, manchas, piel tirante y descamación.

Cuando esta sensación de malestar se repite con frecuencia es porque la epidermis está sufriendo deshidratación, esto quiere decir que la piel pierde agua y su barrera hidrolipídica (compuesta por sustancias grasas que constituye un escudo natural contra las agresiones) se ve alterada por la polución o por tratamientos a veces demasiado astringentes.

Lo bueno dentro de lo malo es que hay distintas maneras de combatir estos problemas de la piel para que no sea tan duradero y no provoque cicatrices o deje rastros en la piel. Eso sí, todo depende de la constancia y el cuidado requerido.

Deshidratación y resequedad

Una gran confusión causa ambos síntomas y aunque muchos creen que se tratan de lo mismo, son totalmente opuestas. Lo primero que hay que entender es que la piel seca o resequedad se refiere a un tipo de piel, como la piel grasa o mixta, mientras que la piel deshidratada es un estado temporal de la epidermis que puede afectar a cualquier tipo de piel.

Son muchos los factores externos que pueden hacer que nuestra piel tenga sed. La piel deshidratada carece de agua, a diferencia de la piel seca, que carece de grasa, es decir, de sebo.

Para detectar de qué se trata, se puede realizar una pequeña prueba de unos pocos segundos permite diagnosticar el problema epidérmico; es fácil, se pellizca ligeramente la piel del dorso de su mano, tirando de ella y soltándola. Si hay deshidratación tarda unos segundos antes de volver a su posición inicial y si está perfectamente hidratada, recupera su posición al instante.

Soluciones

La epidermis deshidratada se puede arreglar con sueros para restaurar la barrera hidrolipídica con agua y no con grasas, ósea, evitar cremas destinadas a piel secas y trabajar únicamente con los sérums hidratantes, regenerantes, redensificantes y potenciadores de la luminosidad.

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