En 2015, Mia Khalifa , la actriz más popular del sitio para adultos PornHub se vio obligada a abandonar esta red social, pues el contenido de sus fotografías no respetaba el reglamento con el que opera esta plataforma.
Debido a su gran popularidad, la libanesa de 23 años decidió abrir un nuevo perfil que cuenta con más de 170 mil seguidores; pero, que también corre riesgo de ser clausurado. Esta vez, por las peticiones de usuarios musulmanes que consideran que el oficio de esta joven es un insulto para su comunidad.
Recordemos que la fama de esta universitaria, residente de Florida, aumentó justo por el conflicto familiar e internacional que generó al decidir ser una “pornstar”.
“Probablemente estamos pagando el precio de vivir lejos de nuestra patria, nuestros hijos tuvieron que adaptarse a las sociedades que no se parecen a nuestra cultura, tradiciones y valores. Insistimos en que nos distanciamos de sus acciones, que no reflejan las creencias de sus familias, su educación o sus verdaderas raíces libanesas. Esperamos que vuelva a sus sentidos pues su imagen no honra a su familia o a su tierra natal”, informaron sus padres en un comunicado de prensa publicado en enero de 2015 por el sitio de noticias CNN.
Todo sería de maravilla para Mia a no ser porque protagonizó una candente escena sexual con el hijab, símbolo del Islam y la mujer por excelencia. Y también, porque se ha ganado más de un acosador en Twitter que la insulta por lo que hace. Incluso la han amenazado de muerte y no solo por ser actriz porno: de hecho, por sus tatuajes cristianos que simbolizan la extrema derecha del Líbano y el himno nacional de su país también la han criticado.
Asimismo, Juliana Yazbeck, feminista, la criticó con palabras certeras: “De todas las mujeres que hay en el Líbano una de las pocas que se hace famosa es una estrella porno. Creo que debemos luchar con nuestros cerebros y no con nuestras vaginas”, expresó.
La joven, ante tanto acoso, solo preguntó en Twitter: “¿No tienen mejores cosas qué reseñar?” Acto seguido, comenzó a provocar a quienes la odian con fotos provocativas.
