El Super Bowl LVIII generó un impacto económico de mil millones de dólares para Las Vegas, consolidando a la ciudad como uno de los destinos más importantes para eventos de gran magnitud. Aunque Las Vegas está acostumbrada a recibir grandes espectáculos, su primer Super Bowl superó todas las expectativas.
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Según Ronn Nicolli Jr., director de marketing de Resorts World Las Vegas, la demanda, la energía y el gasto de los consumidores fueron históricos.
El Super Bowl no solo es el magno evento deportivo, sino un gran momento comercial
Las estadísticas recopiladas por el Las Vegas Convention and Visitors Authority y Applied Analysis revelaron que el gasto bruto de los visitantes superó los 877 millones de dólares, con un promedio de 2,660 dólares por persona, más del doble de lo que gasta un visitante común.
El impacto económico no se limitó al día del partido. Desde el inicio de la semana, eventos como la noche de apertura en el Allegiant Stadium y la experiencia del Super Bowl en el Mandalay Bay Convention Center atrajeron a cientos de miles de aficionados. En total, más de 260,000 personas visitaron Las Vegas exclusivamente para vivir la atmósfera del Super Bowl, sin asistir al juego.
Hoteles y casinos vieron cifras récord en reservaciones y consumo. Resorts World, por ejemplo, agotó sus habitaciones con meses de anticipación y generó ingresos equivalentes a los de un mes entero en solo cinco días. En total, se ocuparon cerca de 289,000 noches de hotel debido al evento.
El impacto del Super Bowl LVIII también se reflejó en el transporte. El lunes posterior al partido, el Aeropuerto Internacional Harry Reid registró un récord histórico al atender a 104,000 pasajeros en un solo día.
A nivel estatal, el evento generó aproximadamente 33.6 millones de dólares en impuestos derivados de actividades relacionadas con el juego, hospedaje y ventas.
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Comparado con el Super Bowl LVII en Arizona, que generó 1.3 mil millones de dólares en actividad económica, Las Vegas demostró su capacidad para competir con otros destinos emblemáticos del evento. Con estos resultados, es muy probable que la ciudad sea sede nuevamente en el futuro.
El impacto económico del Super Bowl va más allá de Las Vegas. En todo EE. UU., bares, restaurantes y minoristas experimentan un aumento en las ventas de alimentos, bebidas y productos relacionados con el juego.
La Federación Nacional de Minoristas estimó que el gasto total de los consumidores en el Super Bowl LVIII alcanzaría los 17.3 mil millones de dólares, con un promedio de 86.04 dólares por hogar en artículos esenciales para la celebración.
El Super Bowl además de ser un espectáculo deportivo, es un motor económico de gran alcance, beneficiando tanto a la ciudad anfitriona como a la economía nacional.
