Entretenimiento

Y a todas estas: así le va en listas a +57, la criticada canción de Karol G y Maluma

La gente protesta, pero ellos... facturan.

Pabel Muñoz explota contra la nueva canción de Karol G +57
Pabel Muñoz explota contra la nueva canción de Karol G +57 (Instagram)

“Que hablen mal, o bien, pero que hablen”, es lo que parecen al fin y al cabo, decir el combo de reguetoneros que compuso “” ‘+57′, justamente criticada por su apología a la explotación de menores (aunque ya cambiaron la letra). Porque al fin y al cabo, la polémica les ha servido para comprarse quizás otra mansión o isla privada y hacer oídos sordos hasta a las críticas del presidente si lo que importa es facturar.

PUBLICIDAD

Y de hecho, sí que lo están haciendo. En Spotify, debido a la polémica, la canción está en el número uno. No han importado pronunciamientos de todas las instancias sociales y en las redes: la canción sigue sonando. Y si bien se ha hablado de incluso capacitar a Karol G, Maluma, Feid, J Balvin, Ryan Castro y todos los demás desde el Congreso, pues los millones de reproducciones al menos no los dejarán pobres “”. Ni fracasados, como dicen por ahí.

Porque en Youtube, al menos, ya también lleva 23 millones de visualizaciones. Sea por morbo o por crítica o porque hay gente que sí defiende la canción, esta ha sido lo suficientemente redituable para que sus contradictores digan que es un “fracaso”. Y de hecho, la mayoría de comentarios en el video son bastante negativos, lo que paradójicamente le ha ayudado al tema a subir en interacciones.

Ahora bien, ¿qué ha pasado al respecto luego de que se cambió la letra?

Hay propuestas de ley: se pretende incluso, desde el Congreso de Risaralda, capacitar a los reguetoneros en cuanto a las infancias. E incluso se propone una ley para censurar letras que aludan a la explotación y abuso infantil.

Esto, como si en Colombia y en géneros como la música tropical o el vallenato, por ejemplo, no existieran alusiones al abuso de menores y a su sexualización. Entonces, para mucha gente, la solución tampoco va a la raíz: seguir permitiendo y normalizando la explotación de menores en ciudades tan turísticas sin ninguna regulación migratoria, y de autoridades locales, al menos.

PUBLICIDAD

Tags

Lo Último