Liam Payne, exintegrante de la exitosa boy band One Direction, dejó a sus fans en estado de shock al fallecer luego de caer desde el balcón del hotel en el que estaba hospedado en Argentina. Cada día surgen nuevas revelaciones que apuntan a las profundas luchas que enfrentó en los años previos a este trágico event, entre la presencia de drogas, una supuesta depresión y hasta terceros que han prolongado el dictamen final.
Ahora fuentes cercanas al cantante han revelado que el cantante había estado lidiando con la adicción durante años, experimentando sobredosis graves que lo llevaron a requerir intervención médica.
Si bien el cronograma exacto de estos incidentes no está claro, su lucha con el abuso de sustancias era más profunda de lo que muchos creían. Como reporta Page Six, amigos y colegas comenzaron a preocuparse a medida que Liam regresaba a la vida pública, especialmente con su participación en el proyecto de Netflix “Building the Band”. Aquellos cercanos a él creían que no estaba listo para enfrentar nuevamente el foco de atención, lo que generó preocupaciones sobre su bienestar y la presión de un nuevo espectáculo.
Liam Payne se habría aislado meses previos a su muerte
Aumentando la complejidad de su situación, se indicó que Liam se volvió cada vez más aislado en los meses previos a su muerte. Tras la pausa de One Direction en 2015, supuestamente se distanció de sus amigos y compañeros de banda, sintiéndose “perdido” sin su apoyo. Según los informantes, la decisión de su manager de reubicarlo a Miami—lejos de las caras familiares—solo exacerbó su aislamiento. Este período de soledad parecía coincidir con su impulso de regresar al trabajo, el cual los amigos describieron como mal momento e inquietante, dado sus recientes esfuerzos de rehabilitación.
“Su manager lo empujó a hacer el programa y hubo muchos mensajes de texto preocupados intercambiados entre nosotros”, reveló una fuente, enfatizando la preocupación colectiva por su salud en medio de las presiones del regreso a la industria.
También surgieron informes que indicaban que, a pesar de sus recientes esfuerzos por mantener la sobriedad, Payne pudo haber sucumbido a la influencia de sustancias dañinas al registrarse en un hotel antes de su muerte. Según el Daily Mail, una fuente afirmó que aunque había estado limpio durante semanas y había pasado por tratamiento de rehabilitación, cayó víctima de quienes lo rodeaban, quienes supuestamente le ofrecieron drogas. “Liam había intentado con todas sus fuerzas mantenerse limpio, luego lo aprovecharon. Estas personas solo se preocupan por el dinero. No les importó su salud”, lamentó la fuente.
Los resultados preliminares de la autopsia revelaron la presencia de “cocaína rosa” en el sistema de Liam al momento de su muerte. Este tipo de droga sintética, a menudo mezclada con sustancias peligrosas como el fentanilo, ha emergido como una nueva amenaza en el ámbito de las drogas. Los expertos advierten que estas sustancias pueden tener consecuencias letales, especialmente para personas como Payne, que ya lidiaban con la adicción.
Un legado que vivirá por siempre
A raíz de su fallecimiento, fans y miembros de la industria han reflexionado sobre el legado de Liam como artista y persona. Su carrera comenzó con One Direction, donde alcanzó la fama mundial, pero sus luchas también resonaron con muchos que enfrentan desafíos similares. A medida que continúan surgiendo detalles sobre sus últimos meses, estos sirven como un recordatorio escalofriante del costo que la fama, la presión y los demonios personales pueden tener incluso en las figuras más queridas.
El mundo de la música ha perdido a un artista talentoso, y a medida que se revelan nuevas informaciones sobre la vida y las luchas de Liam Payne, los fans esperan que su historia contribuya a una conversación más amplia sobre la salud mental y la adicción. Aunque su tiempo puede haberse truncado trágicamente, el impacto de su música y las lecciones aprendidas de sus luchas sin duda perdurarán.