La tragedia ha vuelto a golpear a una familia, esta vez en Alta Verapaz, Guatemala, donde una joven de quince años, Débora Rebeca, perdió la vida en un terrible accidente mientras intentaba tomarse una selfie. Este suceso se suma a una preocupante tendencia de muertes accidentales causadas por la búsqueda de la selfie perfecta.
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Según los primeros reportes, Débora Rebeca estaba celebrando su fiesta de 15 años y, como parte de la celebración, decidió tomarse algunas fotografías. Subió a la terraza de una casa de dos niveles en el barrio El Centro, Zona 1. Desafortunadamente, no se percató de la presencia de cables de alta tensión. Al acercarse a uno de ellos para capturar una foto, recibió una descarga eléctrica que resultó fatal.
Una completa tragedia: Quinceañera murió electrocutada al intentar tomarse una selfie
Los Bomberos Municipales Departamentales llegaron rápidamente al lugar para atender la emergencia, pero ya era demasiado tarde. En redes sociales, un video del accidente comenzó a circular, causando conmoción y terror. Las imágenes, que fueron censuradas debido a su contenido gráfico, muestran cómo la joven comienza a quemarse y, en un momento desgarrador, su cabeza cae.
La muerte de Débora Rebeca no es un caso aislado. La búsqueda de la selfie perfecta ha llevado a numerosos accidentes fatales alrededor del mundo. Hace unos días, la influencer Moe Sa Nay, de 14 años, murió al caer de una cascada en Birmania mientras intentaba tomarse una fotografía con una amiga. Moe Sa Nay, quien tenía más de 150 mil seguidores en sus redes sociales, se encontraba en la cascada Sinywa cuando ocurrió el trágico incidente el 22 de julio.
Según el Daily Mail, Moe Sa Nay y su amiga resbalaron y cayeron mientras intentaban capturar la imagen. La joven quedó atrapada entre dos rocas bajo el agua y, a pesar de sus esfuerzos, no logró liberarse, terminando por ahogarse. Un día después, los equipos de emergencia enfrentaron grandes dificultades para recuperar su cuerpo debido a la presión del agua y las rocas. La presión de las redes sociales y la búsqueda de la aprobación digital no deben poner en riesgo la vida de las personas. Es fundamental fomentar una cultura de seguridad y conciencia sobre los peligros asociados con estas prácticas.
