Cada Juegos Olímpicos trae consigo historias sorprendentes que capturan la imaginación. Pero pocas son tan increíbles como la de los cuatrillizos chilenos Melita, Antonia, Ignacio y Alfredo Abraham, quienes han hecho historia en los Juegos Olímpicos de París 2024 al competir todos juntos en la disciplina del remo.
La familia Abraham, convencida de que era más sencillo organizar la vida familiar si todos se dedicaban al mismo deporte, ha visto cómo sus cuatro hijos se convirtieron en profesionales del remo. Este notable logro demuestra la unión y el esfuerzo compartido que los ha llevado a las olimpiadas.
Estos son los cuatrillizos chilenos que están participando en los Juegos Olímpicos de París
Los Abraham ya habían demostrado su valía en los Juegos Panamericanos de Santiago de Chile el año pasado. En esa ocasión, de las 10 pruebas de remo en las que Chile consiguió medallas, los cuatrillizos participaron en siete, mostrando su dominio en la disciplina.Aunque todos los hermanos compiten en distintas modalidades de remo, la historia de esta familia no está exenta de desafíos.
Antonia y Melita Abraham no lograron acceder a la Final A en la prueba de dos remos sin timonel (W2-) en París 2024, terminando en cuarto lugar en su semifinal con un tiempo de 7:26.82. Sin embargo, esto no ha mermado su espíritu, y competirán en la Final B el viernes 2 de agosto, con la esperanza de quedar entre las diez primeras.
La historia de los cuatrillizos Abraham es una mezcla de esfuerzo, sacrificio y éxito, que va más allá de lo imaginable. Ver a cuatro hermanos competir juntos en los mismos Juegos Olímpicos, en el mismo deporte, es un fenómeno raro y extraordinario, que subraya el nivel de excelencia y la dedicación cultivada desde temprana edad en esta familia.
El logro de esta familia es una historia digna de admiración y asombro, una que parece salida de un guion cinematográfico pero que es completamente real. Estos cuatrillizos chilenos han demostrado que con determinación y unidad familiar, se pueden alcanzar metas que parecen imposibles.