Luisito Comunica puso en riesgo su salud y seguridad al visitar La Rinconada, una ciudad ubicada en los Andes peruanos conocida por la falta de aire debido a su altura y los altos niveles de criminalidad. Entre las primeras impresiones del creador de contenido está la gran cantidad de basura que se evidencia a lo largo de la localidad y los carteles de advertencia.
“Prohibido detenerse. Orden de disparo”, “Prohibido el uso de pasamontañas”, se lee en algunos. Y según explicó, la segunda prohibición es “para evitar que grupos lleguen a disparar indiscriminadamente en el anonimato”.
Aunque el youtuber mexicano llegó al pueblo minero situado en la provincia de Puno acompañado de un equipo de seguridad armado, aseguró que los nervios igualmente lo invadieron. Pero eso no lo detuvo a registrar cómo sobreviven quienes allí habitan, pues no tienen acceso ni a agua potable, ni electricidad.
Luisito Comunica saca La Rinconada de las sombras
Luego de hablar con lugareños, Luisito Comunica dejó al descubierto algunas de las problemáticas que enfrentan en su cotidianidad. Desde prostitución, robos, asaltos y hasta trata de personas. A esto hay que sumarle que los disparos han empezado a formar parte de los sonidos habituales del lugar.
“Es recontra peligroso. Es como decir ‘tierra de nadie’. Matan a la gente como si nada, a cualquier hora del día, no solo en la noche”, mencionó un habitante. Pero eso no es todo, también existe explotación en el área de la minería, donde los trabajadores cumplen con jornadas de 35 a 40 días sin pago con “derecho” a una semana libre para chambear y buscar sustento para sus familias.
El reportaje de 18 minutos que subió Luisito Comunica a su canal YouTube ha tomado por sorpresa a algunos peruanos, quienes se mostraron en total desconocimiento de lo que se vive en la también conocida “ciudad sin ley del Perú”.
“Soy de Perú y no sabia que existía”, “Acabo de ver el reportaje, como peruano no tenía ni idea de este lugar. Qué triste ver tanta precariedad de servicios y de seguridad”, “Soy peruano y nunca me había enterado de esta realidad que existe en mi país [...] ni de los asesinatos, trata de personas, trabajo informal”, “Ese lugar es casi una realidad distópica”, escribieron.