Netflix soltó un inesperado adelanto de la última temporada de The Crown en la que mostrarán uno de los momentos clave en la Familia Real.
“Después de seis temporadas, siete años y tres elencos, @TheCrownNetflix llegará a su fin a finales de este año. Volveremos con más pronto, pero aquí hay una pista de lo que vendrá en nuestra última temporada”, se lee en una publicación en la que se ve nada más y nada menos que una invitación a la boda de Carlos y Camila.
A los fanáticos de The Crown les espera otra boda real. Después de recrear las nupcias de la reina Isabel II y la princesa Diana, el exitoso drama histórico de Netflix presentará una de las ceremonias más polémicas y criticadas hasta hoy.
Carlos y Camila entablaron una aventura mientras este todavía estaba casado con la princesa Diana. Después de su muerte, la pareja hizo pública su relación y finalmente se casó en 2005.
La actriz Claudia Harrison, quien interpreta a la princesa Ana en las temporadas cinco y seis, reveló que la boda de Carlos y Camilla fue la escena final filmada antes de que la producción concluyera oficialmente en abril de 2023. La Catedral de la Catedral de York en Inglaterra sustituye al lugar real de la boda de la pareja, St. George’s. Capilla del Castillo de Windsor, en la serie.
También se representarán los últimos momentos de la princesa Diana. Según Suzanne Mackie, productora ejecutiva de la serie, su fallecimiento se manejará con “enorme sensibilidad”.
La boda de Carlos y Camila Parker
La Familia Real Británica está bien familiarizada con los escándalos, especialmente los relacionados con el amor.
Si bien el Príncipe Carlos y Camilla Parker Bowles, son los ahora reyes y una de las parejas más estables en la realeza, alguna vez se vieron envueltos en una batalla por la aceptación de la familia real y el público británico. Ambos estuvieron casados con otras personas antes de contraer nupcias: Carlos con la fallecida Diana y Camilla con Andrew Parker Bowles, el padre de sus dos hijos, Tom Parker Bowles y Laura Parker Bowles.
Los biógrafos reales de la pareja afirman que fue amor a primera vista cuando se conocieron en 1970, pero pasarían más de 30 años antes de que pudieran realmente concretar su relación.
En el momento de su compromiso, la Iglesia de Inglaterra no apoyaba en gran medida los segundos matrimonios si el cónyuge aún vivía (como era el caso del ex de Camilla, Andrew Parker Bowles). Para apaciguar la situación de la pareja, decidieron celebrar una boda real como ninguna otra y dividirla en dos partes: una ceremonia civil en Windsor Guildhall y un servicio en la Capilla de San Jorge para recibir una bendición matrimonial especial.
A pesar de los sentimientos encontrados, el arzobispo de Canterbury, Rowan Williams, dio su sello de aprobación, diciendo que respaldaba el matrimonio y que su acuerdo era “consistente con las directrices de la Iglesia de Inglaterra sobre las segundas nupcias”.