Rose en ‘Titanic’ no existió, pero James Cameron se inspiró en una persona real: ¿quién era?

Rose DeWitt Bukater en 'Titanic' es una invención de James Cameron, pero el director se inspiró en una persona real para crearla. Te contamos quién era.

Titanic no solo marcó con la espectacularidad de sus escenas o su minuciosa recreación del fatídico viaje del barco, también con la romántica historia de amor de Jack Dawson y Rose DeWitt Bukater.

Los protagonistas de la película, interpretados por Leonardo DiCaprio y Kate Winslet, fueron creados por el también director del filme, James Cameron. Por lo tanto, ni ellos ni su romance fueron reales.

Sin embargo, aunque ambos son producto de su inventiva, el reconocido cineasta se inspiró en una persona verdadera para crear al personaje de Rose en su senectud en la obra cinematográfica.

¿En quién se inspiró James Cameron para crear a Rose de Titanic?

Se trata de Beatrice Wood, una famosa artista plástica estadounidense que no estuvo vinculada en ningún sentido con el Titanic. Ella nació en una familia rica y respetada en California en 1893.

No obstante, su familia se mudó a Nueva York cuando tenía 5 años, por lo que fue ahí donde creció. En territorio neoyorquino y en ciudades europeas, Wood conoció las bellas artes desde temprano.

Al llegar a la juventud, compartió a sus padres que quería ser pintora. Sus papás la apoyaron y la enviaron a París, Francia, a estudiar pintura con una chaperona.

Empero, huyó de su cuidadora hacia Giverny. La ciudad natal de Monet era muy popular para los artistas nacientes, pero su madre la encontró y la llevó vuelta a la capital.

En su regreso a París, se centró en el teatro y recibió respaldo para estudiar actuación; pero, a raíz de la Primera Guerra Mundial, sus papás la obligaron a volver a Nueva York.

Beatrice decidió seguir actuando y su madre intentó desanimarla, pero no lo logró. Empezó a actuar en una compañía francesa con un nombre artístico para evitar problemas a su familia.

De acuerdo a su biografía en su sitio web, durante sus años como actriz, conoció a Marcel Duchamp, con quien entabló amistad y hasta un triángulo amoroso con Henri-Pierre Roché.

Duchamp le presentó el dadaísmo, un movimiento artístico con el que logró destacarse. Luego se fue de su casa para huir del sabotaje de su madre, quien frustraba su carrera actoral. También se casó sin amor por lo mismo.

Me fui de casa, una casa lujosa, con $15, para ser libre”, dijo en una entrevista a India Currents. “Y pasé unos años entendiendo la palabra pobreza. Pero yo era libre. Y la libertad significa mucho para mí”.

Después se divorció y dejó la actuación, pero el movimiento con el que había brillado ya se había desvanecido. Luego de esto y que Reginald Pole rompiera su corazón, se mudó a Los Ángeles.

En la ciudad angelina, Beatrice comenzó a tomar cursos de cerámica por motivos personales. Tras aprender varias técnicas de importantes ceramistas, empezó a vender sus piezas y a ganar reconocimiento por esto.

A partir de entonces, su carrera artística despuntó. Wood tuvo exhibiciones en importantes museos como el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York y grandes tiendas se peleaban por su trabajo.

En total, “Beato” se casó dos veces, pero no consumó ninguno de esos matrimonios. Eso sí, se enamoró perdidamente de siete hombres y no llegó al altar con ninguno de ellos.

Además de pintar y sus obras de cerámica, también dictó clases y escribió varios libros de sus viajes y vida, tal como su autobiografía I shock myself (1985), la cual un día llegó a James Cameron.

¿Cómo fue que Beatrice Wood se convirtió en la inspiración de Rose?

Mientras escribía Titanic, Cameron se vio en la necesidad de encontrar a una mujer mayor fuerte como modelo para hacer del personaje Rose en su vejez más verosímil.

La búsqueda parecía infructuosa hasta que, gracias a la sugerencia de un actor, se encontró con Beatrice Wood. Francis Naumann, uno de los amigos de la pintora, contó cómo fue.

“Cuando estaba escribiendo el guion de su película, quería conocer a personas que tuvieran alrededor de cien años, la edad que el personaje principal de su película, Rose, tendría que haber tenido para hacer plausible el escenario”, contó en Mentors: The Making of an Art Historian, según Rare.

“Fue a varios hogares de ancianos en el área de Los Ángeles, solo para descubrir que la mayoría de las personas que habían llegado a esta edad avanzada estaban casi catatónicas”, destacó el curador de arte.

“Cuando le expresó estas preocupaciones a su amigo, el actor Malcolm McDowell, que vivía en Ojai, le contó sobre Beatrice Wood, quien para entonces ya había cumplido los cien años, pero era tan vibrante y enérgica como alguien de esa edad podría ser”, recordó.

El cineasta entonces fue a visitar a Wood con una cámara, recogió el medio. En aquel encuentro, estuvo filmándola todo el día y luego la invitó a encarnar a Rose en Titanic.

Sin embargo, según el sitio web, rechazó la oferta debido a sus problemas de audición.

Aun así, Cameron quedó tan maravillado con Beatrice que se hizo con una copia de su autobiografía. Grata fue su sorpresa cuando leyó que las vidas de Rose y Beatrice tenían similitudes.

Ambas eran mujeres adelantadas a su era, progresistas y desafiantes, que anhelaban vivir en una sociedad en igualdad, libres de la presión de sus padres y de su educación conservadora.

“Cuando le pregunté a Cameron sobre esto, dijo que, debido al pasado artístico de Beatrice, deseaba haber convertido a la chica de su película en la artista, pero para presentarle a su audiencia una hermosa y sensual dibujo de una mujer, tenía que ser un hombre quien hiciera el dibujo”, explicó Naumann.

Asimismo, destapó que una de las razones por las que Winslet terminó siendo elegida para dar vida a Rose joven era precisamente por su parecido físico a Wood en sus años mozos.

“Cuando le dije que su actriz principal, Kate Winslet, se parecía mucho a Beatrice en su juventud, especialmente en la fotografía de ella que aparecía en la portada de su autobiografía, admitió que la había elegido para interpretar el papel, en parte, porque se parecía a esa primera imagen de Beatrice”, develó.

Beatrice Wood falleció en su hogar en Ojai, California, el 12 de marzo de 1998 los 105 años. Tan solo días antes de su fallecimiento, el 5 de marzo, Cameron la fue a visitar.

Fue un gran día, porque Beatrice se sentía maravillosamente y estaba en plena forma. Cameron estaba en deuda con ella”, recordó el autor en el libro previamente mencionado.

El director asistió a su casa junto a Gloria Stuart, la actriz que encarnó a Rose en su vejez en Titanic. Ellos le llevaron una copia de la película estrenada a finales de 1997.

Algunas fuentes dicen que no vio el filme otras aseguran que solo vio la primera parte. En lo que todos coinciden es en que Wood no quería ver nada triste ni duro por su edad.

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