Steve Jobs es probablemente una de las personas más importantes de la industria de la tecnología y la computación, así como uno de los innovadores más incansables que el mundo haya visto y las interacciones que tenía con sus fans siempre dejaban mucho para pensar, como el caso de este hombre que le pidió un autógrafo en 1983.
La vida de Jobs estuvo repleta de altibajos y quienes lo conocieron aseguran que era un hombre brillante, pero como todo ser humano, lleno de fallas y errores, así como una gran consciencia por lo que pasaba a su alrededor y su persona pública, por lo que esta breve historia nos habla mucho más Jobs de lo que se podría pensar.
La vez que un hombre le pidió un autógrafo a Steve Jobs y este le dio una respuesta increíble
Corría el año de 1983, Apple, la ahora mundialmente famosa y prestigiosa empresa de tecnología, se encontraba apenas en pañales y Jobs tenía un complejo plan para hacerla crecer y L. N. Varon, residente en California, decidió pedir un autógrafo al director de la empresa.
Como era de costumbre en la época, Varon mandó una carta por correo postal a la oficina de Jobs, donde seguramente Steve la vio entre una compañía de correspondencia empresarial y aún así le dedicó el tiempo suficiente como para darle una respuesta que quedó para la historia.
En la respuesta que recibió Varon, se puede leer “Querido M. Varon, me honra que me haya escrito pero me temo que no firmo autógrafos. Atentamente, Steve Jobs” lo que podría sonar algo rudo, pero el giro irónico es que, la carta estaba firmada por Jobs.
La increíble historia del curioso autógrafo de Steve Jobs
Steve Jobs no era ajeno al humor, si bien se tomaba muy en serio su trabajo, muchos aseguran que era un amante de la ironía, por lo que una respuesta como esta es la mejor forma de entender cómo funcionaba su mente. Crear un autografo que no es un autografo es algo muy Jobs.
La carta llegó a una subasta en verano de 2021, donde su increíble historia cautivó a los presentes y acabó vendiéndose por la sorprendente suma de 480 mil dólares, convirtiéndose en uno de los objetos más caros del mundo de los coleccionistas del creador de Apple.