Tras una atmósfera de incertidumbre luego de cancelar la primera fecha de su boda, Brunella Horna y Richard Acuña finalmente dieron el “¡sí!” en una majestuosa ceremonia que será difícil de superar.
No solo la conductora lució como una verdadera princesa, la delicada decoración hizo de la noche algo mágico y ni decir el delicioso banquete que ofrecieron de principio a fin.
Incluso en horas de la madrugada los invitados se deleitaron con un potente aguadito y ceviche para recuperar fuerzas y continuar en modo fiesta hasta que el cuerpo literalmente aguantó.
Desde noviembre Brunella había revelado que quienes se quedaran hasta el final, podría disfrutar el rico potaje. ¡Y lo cumplió! En los videos se les vio a los novios involucrados en la cocina del lugar sirviendo algunos de los platos para sus invitados.
El popular “Giselo” fue uno de los que no se perdió ni un minuto de la celebración. Y como era de esperarse acaparó las miradas con su gran carisma y pasos prohibidos. Particularmente en esta oportunidad evitó subirse en el mobiliario de la fiesta y simplemente se enfocó en disfrutar de la noche y también de la madrugada.
Otro momento emblemático fue el esperado discurso de César Acuña, quien por una noche dejó a un lado su cargo de gobernador regional de La Libertad para acompañar a su hijo en tan especial momento en el que no pasó desapercibido con una redundante frase “un día especial porque es un día especial”.
Sin embargo, ese pequeño error no acabó con la nostalgia de los novios al ver a una de las personas más especiales en sus vidas dedicándoles una emotivas palabras.
La llegada de Mike Bahía emocionó a los invitados y por supuesto a los novios, quienes no dudaron en subirse al escenario a bailar junto al cantante un buen rato. Incluso, hasta Gisela Valcárcel se contagió de la emoción y se mostró junto a Brunella y Richard.
El video se viralizó en redes y hasta comentaron que lucía mas emocionada que en la boda de Ethel.
Marisol fue otra de las artistas que puso a los invitados y a los novios a bailar sin descanso. Por si fuera poco, Christian Cueva tampoco se resistió a subirse a la tarima para dejar en evidencia que además de futbolista también tiene madera de cantante.
“Que sean felices. Ya puedo tener mi sobrinito”, fueron las palabras que el delantero soltó a los cuatro vientos.