Sin duda, una de las voces más influyentes de la música pop es la de Amaia Montero. Su peculiar timbre de voz y la interpretación de canciones de amor como Rosas, emocionaron a los fanáticos durante los cuatro álbumes que lanzó junto a La Oreja de Van Gogh y que siguen sus pasos ahora como solista.
PUBLICIDAD
No fueron pocos los que se preocuparon con la imagen de la cantante, realmente demacrada y envejecida, junto a un mensaje enigmático: “Destruida”. Todos expresaron mensajes de apoyo y animaron a la artista quien ha estado alejada de los escenarios desde 2020, tras su último disco “Nuevo álbum y retirada temporal”.
Dile al sol
Amaia Montero debutó por la puerta grande con La Oreja de Van Gogh. Con las 18 canciones que compusieron en aquel verano de 1998, se alzaron con varios reconocimientos entre estos siete discos de platino. La solista rubia y esbelta llamaba entonces la atención con su peculiar interpretación de temas como Soñaré y Cuéntame al oído.
El viaje de Copperpot
El segundo álbum de la agrupación española fue aún más exitoso. Se vendieron más de dos millones de copias en el mundo y La Oreja de Van Gogh consolidó su fama fuera de España, especialmente en Latinoamérica donde emprendieron una gira. La vocalista Amaia se lució cantando temas como Cuídate, París, La playa y Dicen que dicen.
“Lo que te conté mientras te hacías la dormida”
PUBLICIDAD
“Mucho de lo que soy como persona lo he aprendido con ellos”, dijo la famosa para acallar los rumores de conflictos dentro de la agrupación que consolidó su éxito con este tercer álbum. Canciones de amor y desamor, también de despedidas llenas de mucho pop, entre estas 20 de enero, Rosas, Puedes contar conmigo y La historia de un sueño lo convirtieron en el disco más vendido en Iberoamérica.
“Guapa”
El cuarto álbum de La Oreja de Van Gogh trajo una Amaia Montero más madura en el escenario, donde ya muchos pedían verla en solitario. Canciones como Muñeca de trapo, Dulce locura, Perdida y Mi vida sin tí consolidaron su éxito en países como México y Argentina, también en centro y Sudamérica donde comenzó a escucharse con más fuerza. Poco después se anunció la salida de Amaia para cumplir su máximo sueño: cantar en solitario.