El paso del tiempo es avasallante, y parece ayer cuando Shakira sorprendió con su pequeña pancita en el acto de clausura del Mundial Sub-17 de fútbol femenino en Azerbaiyán en el 2012. Solo tenía seis meses de gestación. Esperaba a su primer hijo: Milan Piqué Mebark.
Esa era la primera vez que el pequeño, aun sin nacer, conoció un escenario precisamente en un evento de fútbol.
El 22 de enero de 2013 llegó el pequeñito para alegrar la vida de Shakira y Piqué. Nació en Barcelona, España y pesó casi tres kilos. Era la felicidad pura para pareja de ese momento. El alma altruista de Shakira de inmediato brotó. Eligió la cuenta en Instagram de Unicef para presentar al mundo a su retoño.
Su nombre significa “querido, lleno de gracia y amoroso en eslavo; en romano antiguo, entusiasta y laborioso; y en sánscrito, unificación”, así lo dejaron saber sus padres.
Un año y medio más tarde, la intérprete de “Te felicito”, volvió a la tarima muy bien acompañada. En el cierre del Mundial Brasil 2014 se vio la transformación de su cuerpo. Esperaba a su segundo hijo: Sasha. El menor de la familia nació también en enero, pero del 2015. Fue el 29 en Barcelona.
Al igual que el de su hermano, su nombre tiene un significado: “defensor de la humanidad y guerrero”.
Amor incondicional
Ahora los niños ya son unos “hombrecitos”, Milan de 9 años, y Sasha de 7, han demostrado que tienen sus talentos y la relación que manejan con sus padres es muy amorosa. En especial con la cantante, quien ha encontrado en ellos el refugio que necesita en este “episodio oscuro” de su vida.
Aunque ambos niños se llevan excelentemente bien, tanto con la artista como con el futbolista, se nota que la química que hacia la cantante es muy especial. Ambos los han criado en un entorno lo más sencillo y humano posible.
En una entrevista, la artista latina afirmó que no coloca su propia música en su casa para que los chicos no sientan que viven con una super estrella, sino con una mamá común y corriente, que los ama y adora.
De igual forma, Pique también comentó, en una oportunidad, que durante los juegos en familia ellos los dejaban ganar, para sintieran sus propias victorias, porque saben que ellos están creciendo con la presión de la fama de sus dos padres.
Talento y fama
Los niños han mostrado sus dones, y Shakira ha estado ahí para celebrar sus triunfo. Ha creado un lazo indestructible con ellos. Milan recientemente mostró que es todo un campeón en las artes marciales. Esa alegría hace olvidar los malos momentos a la cantante.
“Competir nunca es fácil, me encanta verlos ir ganando en confianza y venciendo el miedo a competir, puesto que nunca es fácil a cualquier edad”, escribió Shakira orgullosa de los triunfos del pequeño. Los tres comparten mucho, incluso antes de la separación. Momentos que afianzan los lazos.
Con mamá cocinan, bailan, cantan, forman parte de los regalos que recibe y se emocionan por sus logros, como el momento en el que el cantante Carlos Vives le dedicó un sentido video a su colega, en el que no solo ella aparece, sino también su padre.
Milan sacó la vena artística de su madre. Ella también lo apoya incondicionalmente. El chico es un experto tocando el piano, lo que derrite de ternura y orgullo a la barranquillera. “Verificado
“Milan, En tu día miro hacia atrás y veo cuánto has crecido y como empiezas a florecer. Nunca dejas de sorprenderme. Lo amoroso y generoso que eres con tu familia y amigos. valores que ya defiendes a tan corta edad y el esfuerzo colosal que inviertes en todo lo que haces se suman a tu talento y te hacen brillar con luz propia”, fue el mensaje que le dedicó a su primogénito en su noveno cumpleaños.
Tanto Shakira como Piqué le han dado buenos valores a sus pequeños. Sin embargo, ha sido Shakira quien muestra más las facetas de sus caballeros en sus redes sociales. A diferencia del futbolista que ha colmado su feed de Instagram son autorretratos.