“Los llevaré en mi corazón”, fue el mensaje enigmático que Greissy Ortega envió a los seguidores poco antes de emprender su nuevo viaje. Lo que sabía es que llegar a su destino casi le costaría la vida también a sus tres pequeños a quienes prometió un futuro mejor y un “sueño americano”.
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Casi nueve horas de caminata en el desierto de Nava, México, para poder pasar la frontera. “Todo un drama, pasar hilera por hilera para que tomaran las huellas, ahí recién nos daban agua y fruta”, recordó la peruana sobre su travesía tormentosa reseñada en Magaly TV, La Firme.
Tras llegar a la tierra de Tío Sam y reencontrarse con su esposo, Ítalo, admitió su arrepentimiento, incluso su sentimiento de culpabilidad. Si un techo fijo para pasar la noche, finalmente consiguieron un lugar en el barrio Unión City, en Nueva Jersey.
“Acá está nuestra tranquilidad porque afuera todo es terremoto, ir, venir, los niños... en este cuarto vivimos los cinco”, dijo la exbailarina mostrando el pequeño espacio con dos colchones, en uno de ellos sus niños durmiendo ya que aún no asisten a la escuela.
Greissy se sinceró con Magaly Medina sobre su situación actual y la forma en que se ganan la vida. “Siempre hemos sido dos chicos que no hemos derrochado la plata... Ítalo se encarga de pagar algunas cosas y yo obviamente me encargo de otras, de repente no le ayudaré mucho pero algo es algo, todo ayuda”, dijo refiriéndose a algunos cachuelos que logra mientras que su esposo trabaja como obrero en una constructora.
En las redes sociales varios reaccionaron en apoyo pero también criticaron el riesgo que tomó Ortega para salir de su país. “En Perú no les van a pagar lo mismo que en EE. UU. Suerte para esta joven pareja, que Dios los ayude a salir adelante juntos”, “Es una pena como la gente pasa por la frontera por necesidad”, “Esta chica tiene tantos hijos y encima no estaba en su país , ya me imagino cómo la pasaba”.