El ciberacoso se hace presente en las redes sociales indiferentemente si es de una persona con vida pública o no. Aunque no hay duda que los artistas e influencers lo enfrentan más a menudo.
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Críticas sobre su vida privada, aspecto físico y desempeño profesional, son algunas de las que se hacen presentes con mayor frecuencia a través de distintas plataformas.
En las últimas horas Ximena Hoyos, ha recibido numerosos comentarios despectivos sobre su cuerpo. Aunque dicha acción se ha normalizado y se ha justificado bajo la teoría que una persona pública tiene que convivir con lo bueno y lo malo de su carrera.
“Qué feo cuerpo tiene”, “¿Y esta Transformer?”, “Muy masculina, se ve raro”, “Ahí parece cuerpo de vieja”, “¡¡¡Qué m… ya!!! Muy hombre creo yo”, “Ya no te hagas más tatuajes, ya estás pareciendo periódico”, fueron algunos de los mensajes que recibió Ximena en una de sus publicaciones sobre su paso por el fisicoculturismo a través de Instagram.
La exestrellla de “América Kids” no se quedó callada y luego de manifestar lo apenada que sentía por la desinformación sobre el fisicoculturismo, aclaró que seguirá su proceso porque ama dicho deporte.
Por si fuera poco, le habló a quienes se sienten en posición de opinar sobre el físico de los demás es “mi cuerpo, mis reglas”.
¿Dichos comentarios son considerados cyberbullying? Por supuesto que sí. Los textos groseros o despectivos con el fin de criticar, humillar o minimizar a una persona ya son considerados como acoso cibernético.
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A menudo se le da poca importancia a este tipo de mensajes que, aunque muchos no lo saben, pueden desencadenar numerosas consecuencias para el afectado. Además de influir en la autoestima, puede desarrollar depresión u otros problemas psicológicos.
Tras cientos de campañas, este tipo de acciones se sigue viendo con frecuencia y no evidencia más que personas con ira reprimida y complejo destructivo. Aunque, por otro lado, la desinformación por el tema puede ser el problema.
¿Tendrá fin esta situación? Es responsabilidad de todos erradicar este comportamiento dando el ejemplo al no compartir información o decir cosas que puedan afectar a otros. La amabilidad en línea y en la vida real es la clave.
