A lo largo del Perú hay un sinfín de lugares ideales para visitar en bicicleta, además de practicar ciclismo, es un lujo poder presenciar la majestuosidad de la naturaleza tan de cerca.
Este deporte además de contribuir a la quema de calorías también reduce los niveles de estrés que a diario se padece en las grandes ciudades. Por otro lado, no podemos olvidar su importancia con el medioambiente, pues es un medio de transporte que no contamina.
Si eres de los que agarran la bicicleta para evidenciar la belleza de los cientos de paisajes que ofrece el Perú, te dejamos tres rutas que seguro te flecharán con sus imponentes vistas y su especial conexión con la montaña.
Pachacámac
Esta ruta a 1 hora y 30 minutos al sur de Lima ofrece un mágico escenario lleno de historia. No solo hay numerosas ofertas arqueológicas, también se puede disfrutar de un camino lleno de verdor durante el verano.
En las diferentes estaciones los cerros mantienen su encanto, al igual que su flora y su fauna. Con un recorrido de aproximadamente 20 kilómetros (ascenso y descenso) los visitantes en hora y media pueden alcanzar una altura de 650 metros con una maravillosa vista.
Canchaque
Saliendo del departamento de Piura los ciclistas pueden adentrarse en la ruta de 75 kilómetros hacia la provincia Huancabamba (ubicada a tres horas), que dejará a más de uno maravillado con sus distintos escenarios y temperaturas.
Aunque son muchas las personas las que se quieren sumar a este especial viaje, se recomienda tener más noción y experiencia sobre ciclismo, pues se pueden llegar a los 3000 msnm.
Por otro lado, para tener mayor control sobre los cambios de temperatura se aconseja hacer el recorrido entre mayo y octubre, meses en los que el clima puede tener menos variaciones.
Valle de Chilina
Este recorrido es más recomendable para quienes apenas se están iniciando en el mágico mundo del ciclismo. A lo largo del trayecto se atraviesan tres distritos de Arequipa, como Yanahuara, Cayma y Alto Selva Alegre.
Su altura variar entre los 2400 y 2578 msnm con un trayecto que incluye subidas empinadas de inclinación media y con caminos rocosos.
El viaje de 15 kilómetros inicia en Cayma y tiene una duración de 1 a 2 horas dependiendo de la destreza en el camino, la velocidad y las distintas paradas que la naturaleza propone debido a los majestuosos paisajes.