El príncipe Harry y Meghan Markle han vivido distintos episodios de racismo desde el inicio de su relación, pero es más lamentable aún que ahora sea su hijo quien sea el afectado de inescrupulosos comentarios.
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Según se ha dado a conocer a través de varios medios, el pequeño Archie fue el tema de conversación de un podcast conducido por supremacistas blancos que sin ningún tipo de problema atacaron verbalmente al hijo mayor de la pareja.
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Aunque no está confirmado si pertenecen al grupo ideológico antes mencionado, los dos hombres enfrentan un juicio por haberse referido al pequeño como mestizo y al mismo tiempo asegurar que el príncipe Harry debía ser “procesado y declarado culpable y asesinado judicialmente por traición”, según mencionó la fiscal Anne Whyte.
Meghan Markle y el príncipe Harry vuelven a verse afectados por temas de racismo
Según reseñó The Sun, Christopher Gibbons de 38 años y Tyrone Patten-Walsh de 34 años fueron las personas que hablaron en contra del mestizaje a través del programa Black Wolf Radio en febrero de 2020.
Aunque ambos hombres han negado tener una posición de extrema derecha, los comentarios emitidos en el podcast revelan todo lo contrario.
“Son hombres que tienen puntos de vista de extrema derecha. Son supremacistas blancos dedicados y que no se disculpan [...] Pensaron que si usaban el formato de un programa de radio, tan bueno como a simple vista, podrían hacer pasar su empresa como el ejercicio legítimo de su libertad de expresión”, mencionó la fiscal.
Anne Whyte habló sobre uno de los comentarios que hicieron sobre el pequeño Archie, el primer hijo de Meghan Markle y el príncipe Harry: “Christopher Gibbons se refirió a sus puntos de vista de que el bebé de Sussex era una abominación que debería ser sofocada”.
Por si fuera poco, el tribunal se ha dado la tarea de escuchar varios de los podcast en los que han conseguido el respaldo de los hombres hacia aberrantes hechos como el ataque suicida en el Manchester Arena de 2017, el asesinato de la parlamentaria Jo Cox en 2016 y el tiroteo de Brenton Tarrant en Christchurch, Nueva Zelanda en 2019.
