La sobrina mayor del emperador Naruhito, famosa por renunciar a la realeza tras enamorarse de un plebeyo, inició su “vida normal” en Nueva York junto a su esposo. La ex princesa Mako de Akishino, de 30 años, ahora comenzará a trabajar en un museo, dando así ejemplo de libertad de criterio al no someterse a los estrictos cánones de la monarquía de su país.
De acuerdo a medios japoneses Mako participa como voluntaria en la preparación de una exposición de arte asiático, específicamente sobre un monje del siglo XIII que viajó por Japón e introdujo el Budismo. En esta muestra asistirá a los curadores del museo.
Ella está más que calificada para el puesto, ya que “se graduó en la Universidad Cristiana Internacional de Tokio en Arte y patrimonio cultural (Allí conoció a su esposo). También estudió en la Universidad de Edimburgo, donde se especializó en historia del arte, y en Universidad de Leicester se graduó con una Maestría en Estudios de Museos y Galerías de Arte en 2016″, citó Usaeseuro.com.
“Soy consciente de que nuestro matrimonio ha generado discordia (…) pero para nosotros, es una elección necesaria si queremos vivir siguiendo lo que dictan nuestros corazones”, ha aseverado Mako en octubre de 2021, cuando decidió casarse con su ex compañero de estudios, lo que automáticamente la obligó a abandonar la vida en palacio.
Auténtica y decidida
Todo en su mundo familiar está marcado por costumbres machistas y ortodoxas. Su abuelo (el emperador emérito Akihito), su padre (el príncipe heredero Fumihito) o su tío (el emperador Naruhito) se casaron en su momento con mujeres plebeyas, pero no fueron sancionados. Mako sí tuvo que abandonar todos sus derechos en la familia imperial por el hecho de ser mujer y porque su esposo no pertenece a la realeza.
Incluso, Mako renunció a la cuantiosa suma de 1,2 millones de euros por haberse casado con un plebeyo. Apenas pudieron hacer una boda civil completamente privada, austera y como un trámite más que no mereció ninguna organización por parte del imperio.
Por su parte, Kei Komuro, el esposo de Mako, ha sabido defender su relación del rechazo real. De hecho fue claro al afirmar que desea “pasar la única vida que tengo con la mujer que amo”.
Kei empezó a trabajar en la firma de abogados de Manhattan Lowenstein Sandler tras graduarse en la Facultad de Derecho de la Universidad de Fordham.
Vida tranquila en Manhattan
“Me gustaría llevar una vida tranquila en mi nuevo ambiente”, ha dicho Mako sobre la nueva realidad que eligió. La pareja vive en un lujoso apartamento en Manhattan y hasta se les ha fotografiado caminando por sus calles como cualquier otro ciudadano. Atrás quedaron los años en los que Mako representaba a su tío y a su padre, lejos quedaron sus apariciones oficiales, los rituales reales y todo lo relacionado con el boato del Trono del Crisantemo, precisó un informe de Semana.
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