La ceremonia de los premios Oscar 2022 estuvo llena de sorpresas y grandes talentos que fueron reconocidos pero también de momentos incómodos.
Lo que parecía una gala más en la que los presentadores bromean sobre las situaciones que marcan a Hollywood terminó siendo un llamado de atención sobre lo que consideramos “comedia”. Si bien la mayoría de las veces estos sólo están siguiendo un guión, escrito por alguien más, es importante resaltar que ninguno parece estar cuestionando aquello que se está diciendo.
Durante la ceremonia, el actor Chris Rock hizo un mal chiste sobre la apariencia de Jada Pinkett Smith, quien padece de alopecia. En su presentación, Rock la comparó con G.I. Jane, personaje de Demi Moore que lleva la cabeza afeitada.
Tras desatar un montón de risas incómodas, Will Smith -quien también llegó a reírse- se levantó de su asiento y se subió al escenario para golpear a Rock. Posteriormente, el actor comenzó a gritarle que dejara de mencionar el nombre de su esposa. Cabe mencionar que, según fuentes de EW, la reacción de Smith no estaba guionizada y que incluso se pensó en sacarlo del recinto. Sin embargo, por el ritmo acelerado de la transmisión, no podían tomar acciones tan precipitadas.
Todo fue muy criticado ya que los espectadores acusaron a los organizadores de querer provocar para ganar rating. Y es que por supuesto, no sería retorcido pensar que se busca crear polémica para que se hable de ello.
Lo que sucedió con Jada, haya estado escrito o no, implica un ataque directo a las mujeres negras, además de jugar con el físico de alguien pero es un golpe bajo en general para cualquiera que la esté pasando mal por alguna condición.
El «humor» nunca debería ser a costa del sufrimiento de nadie y es momento de entenderlo.
Los seres humanos nos reímos de lo malo porque es una forma en la que lidiamos con la realidad. Sin embargo, estamos atravesando tiempos en los que la tragedia y el sufrimiento se han convertido en algo que hemos dejado de cuestionar.
La comediante Amy Schumer también recurrió a una mala broma durante su segmento. Y es que en un momento de la ceremonia se dirigió a donde estabn Kirsten Dunst y su esposo, Jesse Plemons. Ambos estaban nominados a Mejor Actor y Mejor Actriz de Reparto por su participación en la cinta “The Power of the Dogs” sin embargo, Schumer bromeó con que Dunst estaba ahí “para rellenar un asiento”, mientras coqueteba con Plemons.
Aunque se dijo que ambos habían estado de acuerdo, no deja de ser una broma que normaliza el minimizar el trabajo de una mujer que se ha esforzado para llegar hasta donde está.
Hay que recordar que en Hollywood (y el mundo en general), las mujeres se enfrentan a más barreras que los hombres y eso incluye salarios injustos y menor presencia en este tipo de premiaciones.
Schumer también bromeó con el incesto al señalar a Maggie y Jake Gyllenhaal como una de las parejas de la noche. Aunque parezca un comentario cualquiera, la incomodidad de ambos se reflejó en su rostro.
“Estamos honrando a muchas parejas aquí esta noche, Jada y Will Smith, Penélope y Javier Bardem y Maggie y Jake Gyllenhaal”, dijo para sorpresa genuina de Jake. “Es una noche para los amantes”.
Mientras Jake parecía genuinamente sorprendido, su hermana, Maggie, emitió una risa incómoda junto a su esposo.
Regina Hall también hizo alusión al acoso cuando durante su monologo invitó a varios actores para una revisión aleatoria. La actriz dijo cosas subidas de tono como “hacerle una prueba PCR a Jacob Elordi a sus genitales”.
También aseveró que “les haría una revisión con la lengua” y procedió a manosear a Josh Brolin y Jason Momoa, algo que resultó incómodo para todos.
Reír ante este tipo de situaciones, alimenta la cultura de la violencia en la que estamos inmersos.
Utilizar problemáticas tan graves que nos aqueja actualmente como una herramienta para crear contenido «divertido» no está bien. No se puede justificar con que «es humor negro» o que “así es la vida”.