Hace varios meses, Will Smith y su esposa, Jada Pinkett-Smith, revelaron que llevan un matrimonio abierto que suma 23 años y dos hijos. Aunque ciertamente han tenido sus altas y bajas, esto ha sido clave para permanecer juntos por tanto tiempo.
El actor, que se admitió adicto al sexo, ha tenido relaciones extramaritales con otras mujeres, a la vez que la artista ha hecho lo propio, incluso con un caso muy público con el cantante August Alsina.
Precisamente de eso va el matrimonio abierto, de no cerrarse a vivir experiencias con terceros pues hay un mutuo acuerdo donde ambos aceptan las condiciones y pueden convivir con eso en paz, algo que choca con la idea tradicional de las relaciones monógamas y que no va con todas las personas.
Will Smith y su matrimonio abierto
“Jada nunca creyó en el matrimonio convencional. Ella tenía familiares que tenían una relación no convencional. Así que ella creció de una manera muy diferente a como yo crecí”, explicó Smith a la revista GQ.
De hecho, afirmó que iniciaron bajo la monogamia, pero con el paso del tiempo se fueron abriendo para huir de la rutina y evitar que se esfumara el amor.
“Las experiencias nacidas de las libertades que nos hemos dado el uno al otro y el apoyo incondicional, para mí, son la más alta definición del amor”, dijo, destacando que para ellos, “el matrimonio no puede ser una prisión”.
De acuerdo con la psicoterapeuta Tere Díaz, citada por Unicable, deben existir una serie de acuerdos específicos en el que ambas partes se sienten cómodas con la falta de exclusividad romántica o sexoafectiva.
“Un matrimonio abierto son miles de acuerdos, puede ser desde que saben ambos que tienen relaciones y ponen límites muy claros”, explica, agregando que para que funcionen son vitales la honestidad, confianza y la comunicación.
Cada pareja establece sus normas según lo que se sienten cómodos, como por ejemplo, solo tener relaciones con otros si están de viaje, no hacerlo con conocidos en común o hasta dar detalles de esas aventuras íntimas.
Si se respetan, es posible tener una relación funcional y sana, lejos de los tabúes, porque sí, los matrimonios abiertos son cada vez más comunes.