POR VERÓNICA KLINGENBERGERPeriodista@vklingenberger
Estás por atravesar un peligroso portón hacia Westeros. Si no estás al día con las últimas noticias de King’s Landing, quizás sería bueno que te detengas ahora y te des una vuelta por el soleado Dorne. Huye lejos del cementerio cubierto de cenizas en el que se ha convertido la casa de los Lannister, donde hoy yace incluso el cuerpo de su célebre déspota, sepultada en brazos del único hombre al que quiso.
Pocas malvadas televisivas han conquistado tantos corazones como Cersei Lannister, uno de los personajes más complejos de Game of Thrones. Razones hay y es momento de enumerarlas, como quien se arrodilla ante la bruja más libre de la televisión. Si eres de las feministas que ya se quejan por el destino de la insufrible Daenerys Targaryen, presta atención, porque esta debería ser también tu reina: bend the knee.
1.Incestuosa y altanera. Cersei rompió todas las reglas del amor al entregarle su corazón a su guapote hermano Jaime. Y vaya si se zurró en el qué dirán o en el juicio plebeyo de cucufatos de norte y sur. Un ejemplo para el pavazo de Jon Snow, incapaz de besar a su tía luego de saber la verdad sobre su pasado. You know nothing Jon Snow, hasta Marito la hizo. Y quién sabe si por culpa de tu rechazo murieron miles de inocentes achicharrados.
2.Buleó a Tyrion pero le perdonó la vida más de una vez. Por lealtad a la familia, claro, pero sobre todo porque como buenos Lannister -aceptémoslo- siempre supieron conectar en la ironía de los momentos más graves. También porque sabían que, la mayoría de veces, es mejor beber acompañado.
3.Su afición por el vino es otra de las razones de su encanto. El disfrute de la bebida ha sido una de las grandes conquistas de las mujeres. ¿Y quién más que Cersei le hace honor a uno de nuestros derechos más importantes? Alguna famosa bodega del mundo debería pagar millones por su imagen. Verla aparecer es sentir unas secretas ganas de pedir una copa del tinto de la casa. Da igual si es Baratheon o Stark.
4.Su venganza del clon del Papa Francisco, el Septón Supremo, máximo jerarca del clero de los nuevos dioses en los Siete Reinos de Poniente, un viejito malvado embalado en sotanas franciscanas que condenaba el adulterio y la homosexualidad en un reino hasta entonces libre de tales retrógradas políticas. La forma en que hizo volar en pedazos esa suerte de vaticanito fue un fantástico alivio para todos los enemigos de cualquier religión. Ese sorbo a su copa de vino mientras contemplaba maravillada la explosión tenía que ser inmortalizado en un gif.
5.Su amor incondicional de madre, que duró hasta el último aliento de su vida, ese instante en el que la villana más cruel volvió a ser solo una niña asustada ante su propia muerte.
Y ahora su guardia ha terminado. Ojalá se compongan muchas canciones en su honor.
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