Por: José Barreto
Conversamos con la talentosa actriz que asumió el reto de encarnar a Santa Rosa de Lima en Rosa mística, filme de Augusto Tamayo. La película se estrena este 30 de agosto, fecha central de la festividad de la primera Santa de América.
¿Qué sentiste cuando te dijeron que serías Santa Rosa de Lima?
Al inicio tuve mucho miedo. No sabía si lo iba a hacer de manera correcta. El guion fue muy demandante. Había escenas en las que me preguntaba cómo hacer ciertas cosas, cómo romper mi yo del 2018 y trasladarme cuatrocientos años al pasado.
¿Significó una presión todo lo que simboliza Santa Rosa de Lima para millones de fieles?
Para nada. De hecho, siempre lo tuve en mucha consideración. Una persona religiosa, espiritual, no se ve, no se mueve de la misma manera que una que no tiene fe, así que tuve que estudiar eso.
¿Tenías un acercamiento al personaje?
No la conocía más allá de lo que todos sabemos. Nunca he querido enterarme mucho del tema, de sus aflicciones físicas, por ejemplo, porque me ponía nerviosa de solo pensar en sangre.
¿Hubo algo en especial del rodaje que te resultara complicado?
Utilizar el hábito bajo tanto calor. No es poca cosa. Estábamos como a 30 grados y yo tenía encima seis capas de tela gruesa. Sentía que me iba a desmayar en cualquier momento. En general, trasladarnos a la época fue muy difícil porque hay muchas cosas fuera de nuestro control, como que no suenen aviones, que no pase un bus tocando el claxon y un largo etcétera.
¿Qué simboliza hoy Santa Rosa?
Esta película relata la historia de una mujer de hace cuatrocientos años que no tenía la potestad de tomar decisiones por ella misma… pero pese a todo lo hizo. Luchó por lo que ella creía, por su integridad, sus deseos y lo que quería hacer con su cuerpo. Ese es un mensaje potente en cualquier parte, es un mensaje valioso y relevante creamos en el Dios que creamos.
Se habla mucho del estado mental de la santa, ¿qué te produce?
Es simple. Hoy, por ejemplo, no se juzga a una persona solamente por lo que dijo Sigmund Freud hace ya bastante tiempo. La psicología ya cambió, evolucionó. Entonces, ¿por qué pensar que es totalmente correcto analizar a un personaje de hace varios siglos bajo los mismos parámetros? Para poder dar una opinión justa tendríamos que tener la versión de la persona a la que se está juzgando.
¿Qué esperas que la gente se lleve de la película?
Espero que sea una herramienta de respeto. A Santa Rosa se le juzga mucho, y esta película puede dar pie a que se vea al ser humano detrás de la figura. Ojalá que la gente pueda ver en ella a una persona como cualquiera que luchó por lo que creía.
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