Por José Barreto
Su vocalista y compositor Jonathan Pierce nos habla sobre la nueva etapa que vive esta banda indie estadounidense. Ellos se presentan hoy en el C.C. Barranco Arena (República de Panamá 220) desde las 8:30 p.m.
Lima siempre los ha recibido con shows abarrotados, ¿qué sienten de volver a esta ciudad?
Es emocionante. Es nuestra primera fecha en este tour por Sudamérica. Es una experiencia mágica estar en Lima. Una vez, en un restaurante, empezamos a escuchar a un grupo de chicos fuera y estaban tocando Best Friend… fue realmente especial. Esas cosas no nos pasan en todo el mundo.
Ahora llegas con Abysmal Thoughts, álbum 100% de tu autoría, ya sin Jacob Graham (cofundador) y con un sonido más ‘maduro’. ¿Qué simboliza este disco en tu carrera?
Eso es genial, lo tomaré como un cumplido. La mayor parte de mi vida he sentido que soy inmaduro (risas). Cuando alguien me dice algo así es todo muy raro. Este fue un álbum totalmente distinto para mí por lo que dices, lo hice yo mismo, y es la primera vez que represento yo solo a The Drums. Es una historia distinta cuando no tienes a otros miembros de banda con quiénes compartir el proceso. Fue muy solitario, fue un gran reto, pero viéndolo de lejos, fue un hermoso regalo. Pude hacer música exactamente como quería, sin la preocupación de que otro miembro de la banda pueda pensar diferente. En mi vida personal también me ayudó porque pude plasmar cómo me siento conmigo mismo, con el mundo, comencé a escuchar más mi corazón. Todo fue más honesto y eso es lo que siempre la gente preferirá. Ahora siento más conexión con el público porque he sido más genuino que nunca.
¿Disfrutas la soledad?
No sé, pero es un estado con el que he convivido desde pequeño. Crecí gay en un ambiente familiar bastante católico, por lo que mis refugios eran mi cuarto y la música. Así que ahora no me resulta raro hacerlo así, sentarme nuevamente en un cuarto solo a componer. Es por eso que no creo que vuelva a hacer una vida de banda. O sea, disfruto mucho de que los amigos me ayuden tocando con The Drums, pero me agrada más la idea de tener el control casi total de lo que hago.
Tras diez años, The Drums sigue siendo relevante en la escena indie, ¿por qué?
Si seguimos vigentes es en gran medida por nuestros fans latinoamericanos. Somos una banda rara, no nos importa lo que hacen los demás. Siempre queremos nuestro propio sonido. Otro punto es que la música carece de sensibilidad hoy en día. Nadie quiere admitir que está solo, triste o vulnerable. Y creo que The Drums es de los pocos grupos que sí lo hace.
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