Son solo siete episodios. La séptima temporada de Game of Thrones emitió anoche el cuarto episodio del penúltimo ciclo. A pesar de que el viernes pasado el capítulo de anoche fue altamente elogiado por el nivel de producción y las secuencias de ‘Los botines de guerra’.
ALERTA DE SPOILER
A pesar de que este episodio fue el más corto en la historia de la serie, tuvo varias escenas importantes. Se vio el esperado reencuentro entre Arya y Sansa Stark. La menor de la familia finalmente regresó a Winterfell donde mostró toda su habilidad con la espada en un duelo de entrenamiento que tuvo contra Brienne de Tarth.
Por otra parte Jon Snow encontró el vidriagón que necesitaba y además descubrió antiguos dibujos de los primeros hombres. El ‘Rey del norte’ le mostró el hallazgo a Daenerys Targaryen y en el lugar también hubo dibujos de los caminantes blancos.
Sin embargo, la última secuencia del episodio podría ser una de las mejores en cuanto a batallas que ha mostrado la serie. La pelea comenzó con el ataque de una legión de Dohtrakis junto a Daenerys quien llegó montada en Drogon para incinerar a los rivales. Bronn logró herir al dragón, pero no fue suficiente.
En la escena final se vio cómo Jamie casi muere por intentar asesinar a la ‘madre de los dragones’, se salvó gracias a que lo empujaron antes de ser incinerado. ‘Los botines de guerra’ tampoco fue indiferente en las redes sociales.
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