Hace un par de días la compañía de refrescos sacó del aire un comercial donde aparece la hermana modelo de las Kardashian, Kendall Jenner . En cuanto a producción e historia, todo parece genial a simple vista, después de todo, Pepsi es un gigante creativo para la mercadotecnia.
La trama gira en torno a jóvenes protestando pacíficamente en las calles mientras que Kendall realiza una sesión de fotos. En un principio, la chica duda de lo que pasa pero termina por unirse. Sí, se trata de un momento “emocionante” hasta que se acerca a uno de los policías que está armando una barricada y le obsequia una lata de refresco. Acto seguido, la lluvia de críticas se hace presente en el mundo real, justo del otro lado de la pantalla.
Analistas y activistas criticaron el comercial por “trivializar los momentos sociales y no entender a la generación ‘Millenial’”, logrando que este quedara cancelado a tan sólo 24 horas de su emisión. Aunque claro, en tiempos de Internet, el video quedó plasmado en cientos de sitios sin dejar más remedio que una disculpa de la empresa.
De acuerdo con las críticas, el problema del comercial es que hace burla del movimiento Black Lives Matters, un movimiento en contra de la violencia hacia las personas negras además de una burla al momento en que la joven Iesha Evans fue arrestada tras acercarse del mismo modo a un oficial como acto de resistencia pacífica, durante las protestas de Baton Rouge (tiroteo que llevó a la muerte de ciudadanos negros desarmados a manos de policías blancos en Misuri y Baltimore).
Y claro, también hace referencia a la escena histórica donde una estudiante coloca una flor en la salida de una escopeta de un policía durante las protestas de estudiantes contra la guerra de Vietnam, en los años 60.
Pero peor aún, el comercial fue lanzado durante el aniversario del asesinato de Martin Luther King, lo cual terminó por alzar la crítica de la propia hija del activista.
Estados Unidos está pasando por un momento bastante complejo en cuanto al ámbito político y social. La llegada de Donald Trump a la presidencia trajo consigo mucho rencor, odio y susceptibildad a la menor provocación y le dio fuerza a una derecha racista como si hubiésemos retrocedido 50 o 70 años en el tiempo. Pero el pueblo no se ha dejado y por eso, movimientos feministas, asocianes musulmanes y comunidades negras y latinas, se han levantado para defender sus intereses.
De acuerdo con el equipo creativo, la campaña estaba pensada bajo la premisa de “los momentos cuando decidimos dejar ir, elegir actuar, seguir nuestra pasión y que nada nos detenga”. Con esto, Pepsi intentó proyectar un mensaje de unidad, paz y entendimiento desde un punto de vista más digerible, con color, música de Skip Marley al fondo y una figura mediática del momento como Kendall Jenner.
Sin embargo, la combinación de una situación seria como la mencionada y una ‘socialité’, miembro de una de las familias más polémicas de la televisión, no dejó nada bueno. A pesar de que Jenner ha intentado alejarse de los escándalos y la fama de su familia para obtener sus propios méritos en el mundo del modelaje, la sombra de sus hermanas ha provocado que no sea tomada en serio y que quede parada como “una mala influencia” o simplemente como alguien que representa todo menos los movimientos sociales.
Para seguir contra Kendall, hubo usuarios que notaron un acto de racismo cuando en la escena donde la modelo se quita la peluca, pasa en medio de dos personas, una de ellas es una mujer afroamericana a la cual Kendall trata con “desprecio” al darle la peluca que traía puesta.
“La peor parte del comercial es cuando Kendall decide protestar contra el racismo haciendo que una mujer negra sostenga su peluca”
Lo cierto es que quisieron llegarle al espíritu de una generación ‘millenial’ que no calla y que protesta ante las injusticias, sin embargo es probable que todo hubiese tenido un giro diferente si Kendall Jenner fuera una figura que hiciera algo significativo, más allá de triunfar en la pasarela y de recibir grandes cantidades de dinero por aparición.