UNIVERSAL
¿A tus 47 años esperabas interpretar nuevamente a Bridget Jones?
Hace un tiempo, comencé a oír que había conversaciones para hacer una tercera película y yo no podía estar más feliz. Bridget Jones es mi vida y amo a todos los involucrados en estas películas, así que siempre me mostré muy entusiasta ante esos rumores.
¿Tuviste algún reparo para hacer una tercera película?
Por supuesto. Mi principal preocupación siempre fue que esta tercera parte esté a la altura de las anteriores, sobre todo porque tiene en sus filas a un personaje extremadamente querido por muchas personas en el mundo. Siempre hubo una gran presión por no arruinar los personajes y el mundo creado por Helen Fielding (autora de las novelas en las que se basan las dos primeras entregas). Todo debía tener un porqué, una razón de ser.
¿Te resulta fácil representar a este personaje?
Bueno, con ella he pasado el mismo proceso que con cualquier otro personaje, pero, obviamente, me es muy familiar. Para esta película fue interesante tratar de descubrir cuánto ha cambiado ella y en qué etapa de su vida estaba. Ese fue el reto y lo diferente, pero sigue siendo el mismo personaje amable, gracioso e imperfecto, así que lo disfruté muchísimo.
¿El ambiente de rodaje fue similar al de las anteriores películas?
Bastante parecido. Sentíamos las mismas ansias de explorar nuestros personajes, de ver el resultado final. Fue interesante ver cómo cambiaron, cuánto crecieron y, más importante aún, darnos cuenta de que aún tienen mucho por evolucionar.
Bridget, que acaba de entrar a los 40, sigue siendo deseada y hasta tiene dos guapos pretendientes. Eso le envía un mensaje positivo a mujeres de la misma edad, ¿no lo crees?
Sí, definitivamente. Al igual que yo, mu chas personas querrán ponerse al día de lo que ha venido pasando en la vida de Bridget. Ella demuestra que lo único que importa es siempre brillar en lo que se hace y dar lo mejor.
Esta es una producción bastante femenina…
Me siento muy feliz de eso. Los roles de guionista, productor, director y protagonista están ocupados por mujeres. Y me hace feliz que el público haya respondido tan bien a eso a lo largo de los años porque hay un mensaje implícito. Las mujeres queremos ver en el cine historias con las que nos identifiquemos.